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Durante el proceso de inyección de plástico, en lo que se conoce como el "ciclo de inyección", la materia prima entra a través de la tolva para convertirse en un fluido plástico que se mantiene en contacto con los componentes internos de la máquina.

Estas piezas que incluyen el propio molde, deben ser cuidadosamente limpiadas entre un ciclo de producción y el siguiente, ya que el polí­mero fundido se solidifica una vez terminado el proceso, dejando material incrustado en diversas partes de la máquina.

A esto se le conoce como "emplasticado" y debe eliminarse para lograr que la calidad del producto final sea óptima, además de que alarga la vida útil de los componentes. La mejor opción para llevar a cabo este trabajo es un horno de limpieza térmica.

Horno de limpieza térmica

El primer horno de este tipo data del año 1970, cuando Peyton Simpson, el dueño de la empresa Pollution Control Products ofrece al mercado este equipo para contribuir a la Ley de Limpieza Ambiental de 1970 (mejor conocida como Clean Air Act) de los Estados Unidos.

La Ley de Limpieza Ambiental consistí­a en una serie de reformas y programas gubernamentales para regular la contaminación ambiental por parte de las grandes industrias. Este horno sigue siendo a la fecha la mejor alternativa de limpieza no contaminante para sistemas de inyección.

¿Cómo funciona el horno de limpieza térmica?

Este equipo utiliza un proceso llamado pilrólisis (fuego-rompimiento), el cual implica la descomposición quí­mica de la materia a través del calentamiento a altas temperaturas en ausencia de oxí­geno. También es conocido como "cámara de termopirólisis".

La limpieza térmica en tres pasos:

  1. Se coloca la pieza dentro del horno a una temperatura entre 500 y 800ºC. La materia inorgánica se convierte en gas, mientras que la orgánica (en este caso el plástico) se descompone y se convierte en cenizas.
  2. Después, el gas se extrae a través de un dispositivo de postcombustión donde se eliminan los contaminantes dañinos.
  3. Finalmente, los residuos convertidos en cenizas se pueden remover fácilmente de la pieza.

¡Listo! La forma más sencilla, rápida y amigable con el medio ambiente para limpiar las piezas de tu proceso de inyección de plástico, que aporta eficiencia y productividad a tu operación, ya que se mantienen los componentes en estado óptimo.

El problema con los métodos tradicionales, como limpiar a mano con quí­micos purgantes, es que muchas veces no se logra eliminar con eficacia los restos plásticos de las piezas. Esto origina daño a la superficie de los productos finales y fallas en la calidad.

En el caso de los sistemas de colada caliente, durante el proceso de inyección, hay largos canales de flujo interno y piezas muy complejas que pueden resultar bloqueadas o salpicadas con resina. La limpieza térmica logra la eliminación al 100% de todos los residuos.

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