América Latina muestra avances en reciclaje de plásticos recuperados

El reciclaje de plásticos goza de gran popularidad en el mundo entero. No sólo se trata de un negocio interesante en términos financieros que posibilita el aprovechamiento de materiales desechados en nuevos ciclos productivos para preservar recursos naturales, sino que su impacto positivo a escala social, ambiental y económica, lo convierten en la industria del momento.

El aumento de la demanda de plásticos reciclados estará motivado por diversos factores, entre los que se incluyen un creciente énfasis en sostenibilidad entre fabricantes de empaques y bienes de consumo, notables adelantos en tecnologías de reciclaje y mejoras en la infraestructura de acopio de los materiales para reciclar, según un reporte de mercado que la firma consultora Freedonia Group emitió a finales de 2012, y en el cual pronostica que la demanda de plásticos reciclados postconsumo crecerá en Estados Unidos a una tasa de 5,9 por ciento al año hasta llegar a 3.400 millones de libras en 2016.

Sin duda, esta tendencia tiene eco en América Latina, donde en los últimos años han tenido lugar multimillonarias inversiones para la instalación de plantas de reciclaje de última tecnología que inclusive permiten la recuperación de plásticos postconsumo para la fabricación de envases que estarán en contacto con alimentos (reciclaje botella a botella), como hemos reseñado en ediciones anteriores mediante los casos exitosos de Enka y Aproplast en Colombia, de SMI en Perú y de PetStar en México.

Así mismo, nuevos jugadores se suman y se consolidan a medida que las inversiones continúan en torno a un negocio de grandes perspectivas.

Ecuador: Los desechos plásticos como oportunidad de ampliar un negocio
Enkador, empresa dedicada a la fabricación de hilos de poliéster y nylon, se convirtió en la primera compañía ecuatoriana en instalar una planta de transformación de botellas plásticas de PET post consumo en gránulo reciclado (RPet) que cumple con las especificaciones de la FDA (Food and Drug Administration) y por tanto, es apto para la fabricación de envases de alimentos y bebidas para consumo humano. Además del uso final en envases, con algunas variaciones, el gránulo puede emplearse en la producción de filamento ecológico diferenciado para la elaboración de tejidos y prendas enfocadas a un consumidor eco-responsable.

Enkador empezó a delinear su proyecto Recypet en 2009, cuando se encontró con el primer desafío: decidir cuál era la tecnología más adecuada para que el proyecto en su momento cumpliera con todas las expectativas. Así, se llegó a la selección de los equipos Sorema-Previero (Italia) en la producción de escama lavada y Erema (Austria) en la pelletización. El siguiente desafío fue la obtención del financiamiento externo que se requería para iniciar el proyecto y cubrir su desarrollo hasta el inicio de operaciones.

 “El tercer desafío que iba a la par de la adquisición de la tecnología, obra física y montaje de los equipos, era crear una red de recolección de botellas PET a nivel nacional, lo cual garantizara un abastecimiento de nuestra materia prima: las botellas post consumo PET” dijo a Tecnología del Plástico el ingeniero Carlos Mario Saldarriaga, gerente general de Enkador.

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El proyecto se cristalizó en octubre de 2011 con el arranque de la obra civil y el  montaje de los equipos en abril de 2012. En junio de ese año, finalmente iniciaron las primeras pruebas de producción.

De acuerdo con el directivo, la inversión total fue de 15 millones de dólares para culminar el proyecto de reciclaje que hoy por hoy procesa diariamente cerca de 1’600.000 envases de PET post consumo.

“El PET es uno de los mayores contaminantes, sobre todo visuales, que genera el consumidor contemporáneo con una creciente participación del 40% en los desechos plásticos, los que a su vez representan el 45% del total de la basura. El PET es fácilmente extraíble de la basura y reciclable en varias ocasiones. Gracias al proceso de recolección de botellas a nivel nacional se alargará la vida útil de los rellenos sanitarios en las ciudades, se bajarán los costos municipales de transporte en los desechos y se logrará una reducción de las emisiones de carbono de alrededor de 30 mil toneladas de CO2 al año, es decir, un 80% con respecto a la producción convencional  de resina PET virgen”, afirmó Saldarriaga.

Entre los aportes sociales del proyecto Recypet, el directivo destaca la generación de empleo. “Estamos generando más de 100 empleos directos y más de 1.300 empleos indirectos entre recolectores, acopiadores y transportistas, los cuales reciben capacitación para mejorar su desempeño, ingreso y condiciones de vida. Adicionalmente, el proyecto prevé brindar entrenamiento a todo nivel y realizar convenios con centros de enseñanza para desarrollar nuevas carreras profesionales”.

En Costa Rica van más allá de botellas con 100% de contenido reciclado
Desde hace 7 años, la empresa costarricense New World Recycle ha venido fabricando envases con material 100% reciclado. Sin embargo, a pesar de lo impactante de este logro, la empresa tuvo la visión de acompañar a sus clientes más allá, y asegurarse de cerrar el ciclo de sus envases. Así, nació la iniciativa de crear una planta de reciclado en el país donde botellas usadas pudieran convertirse en nuevos envases. “Es ahí cuando creamos el modelo que hoy nos permite estar instalando las máquinas de la primer planta de reciclado de resina RPET aprobada por la FDA en Costa Rica, que espera procesar 24 toneladas de material diariamente y para la cual se requirió una inversión aproximada de 12,5 millones de dólares”, le comentó a Tecnología del Plástico Andrea Chacón, Chief Trading Officer de New World Recycle. Ver foto 2

De acuerdo con la ejecutiva, además de la inversión tecnológica, la empresa está destinando recursos para educar y formar a los ciudadanos en temas como manejo de residuos, con el fin de crear conciencia de que la basura dejó de ser sólo basura para convertirse en un residuo que tiene un valor.

“Uno de los principales retos ha sido el de vender un proyecto como el de New WorldRecycle, el cual sabíamos, por su naturaleza y los impactos en las áreas económica, ambiental y social, era muy positivo pero a la vez muy ambicioso. Por esta razón debíamos estructurarlo de manera que nos permitiera conseguir los inversionistas adecuados.

Otro importante reto fue el de lograr un cambio de mentalidad a través de toda la cadena, ya que se debe pensar en grande y utilizar tecnologías de punta a nivel mundial, para lograr el impacto deseado”, afirmó Chacón acerca de los desafíos que atravesaron antes de lograr la realización del proyecto.

Como impactos positivos del proyecto, New World Recycle destaca que en el ámbito económico será posible el ahorro de divisas para el país por de más de 10 millones de dólares anuales, mientras que a escala ambiental se logrará una reducción de la huella de carbono, se lograrán ahorros energéticos y de agua. Así mismo, se disminuirá la utilización de rellenos sanitarios en 21.400 metros cúbicos, lo cual equivale a 3.600 camiones de basura. Finalmente, en el aspecto social se crearán oportunidades de empleo para 250 familias aproximadamente.

De acuerdo con datos suministrados por New World Recycle, en Costa Rica quedan alrededor de 21.000 toneladas de PET (sucio) al año, de los cuales su planta procesará 9.000.

TerraCycle:una solución para la basura en Argentina
En 2001, el estudiante universitario estadounidense Tom Szaky fundó TerraCycle con la esperanza de construir una nueva y más responsable forma de hacer negocios. Hoy, su compañía ya está en más de 20 países del mundo y representa a una nueva generación empresarial, que se enfoca en la triple línea de resultados: compromiso social y ambiental, sin perder de vista el resultado económico.

En Argentina, TerraCycle ha asumido la misión de eliminar el concepto de basura. A través de programas nacionales de recolección, a los que también llaman Brigadas, se recolectan desechos difíciles de reciclar o que habitualmente no se reciclan, y con ellos se fabrican nuevos y creativos productos. 

Es así como en alianza con la marca Tang, de Kraft Foods, lanzó en 2011 el primer programa de reutilización de empaques de bebidas en polvo. Fabricados mediante una estructura multicapas de en plástico y aluminio, estos empaques representan un reto en la recuperación. Ver foto 3

En el proyecto son los propios consumidores los que se convierten en participantes de los programas. Sólo deben registrar en la página web de TerraCycle (www.terracycle.com.ar) su equipo de recolección (puede ser una familia, un grupo de amigos, una escuela, una oficina, una ONG, etc.). Comienzan a recolectar los desechos y cuando tienen una cantidad suficiente, TerraCycle coordina el retiro de forma que los participantes puedan enviar sus materiales totalmente fácil y gratis, a la vez que obtienen un beneficio económico por ello.

De esta manera el programa no sólo mantiene los residuos lejos de los rellenos sanitarios, sino que además ayuda a escuelas y otras organizaciones. Otro aspecto del proyecto tiene como objetivo la formación de niños en conceptos de responsabilidad ambiental y reutilización de recursos.

Así, Santiago Porporato, un joven de 15 años, que lidera una Brigada Tang en Sunchales, provincia de Santa Fe, logró recolectar 50.000 sobres en un año, y donar 5.000 pesos argentinos al Jardín San Carlos, de esa ciudad. “Cada vez que veo la cantidad de sobres que voy a enviar me pongo muy contento porque está toda la ciudad comprometida con este proyecto. El dinero recolectado se utilizó para comprar sillas que se necesitaban y para colocar el piso de la institución, que hasta el momento no tenía,” cuenta Santiago.
En noviembre de 2012 ya se habían recolectado 2,5 millones de sobres a través de los 1.700 equipos que conforman las brigadas Tang.