Cambio demográfico transforma la industria del empaque

México está experimentando un cambio demográfico y la industria del empaque está respondiendo con innovación a los nuevos estilos de vida de la población, aseguran expertos de la industria del empaque.

En 2008, en el país había 21,1 millones de hogares, en 2013 eran ya 24,1 millones y según datos de Euromonitor International, se espera que en 2018 sean 27,4 millones; la cuestión es que está aumentando el número de personas que viven solas, las parejas sin hijos y las que están divorciadas o separadas con hijos, y hay menos hogares tradicionales, lo cual implica cambios en los hábitos de consumo de la población mexicana.

Una de las principales transformaciones es que se trata de una población mayoritariamente joven, pues 64% de los mexicanos tienen menos de 34 años, lo que significa que hay un mayor número de gente con acceso a Internet.

"Eso tiene un impacto en cuanto al diseño de empaque y embalaje porque la decisión de compra se hace muchas veces en internet y una vez que han elegido un producto en Internet lo que el cliente quiere es que la experiencia de compra sea la misma que cuando estuvieron navegando en la web", señala Fernando Sánchez, director global de Marketing de la empresa PolyOne, proveedora líder de polímeros a nivel mundial.

La población mexicana, dice el especialista, se está transformando. Está creciendo el número de solteros; existen más profesionales con ingresos mayores; hay mayor gente trabajando y hay un incremento importante de mujeres integradas al mercado laboral, muchas de ellas en puestos directivos.

Armando Cobos, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Conservas Alimenticias (Canainca), coincide en que contar con una población cuyo promedio de edad es de 25 años, es un reto para la innovación en empaques.

"Ahora aparece lo práctico en alimentos, porque los jóvenes son prácticos. El buen sabor, precio, calidad, creencias y mitos sobre los alimentos son atributos que empiezan a bajar en importancia", afirma.

Tal como señalan, la participación de la mujer en el mercado laboral y puestos directivos favorece un estilo de vida distinto, al que la industria debe responder porque requieren otras formas de alimentarse, vestirse, cuidarse.

Hace 15 años, Fernando Sánchez de PolyOne tuvo la oportunidad de hacer una estancia en México y en su reciente visita al país detectó muchos cambios en los hábitos de consumo, pues hay más gente viviendo en la Ciudad de México; hoy empresas como Walmart cuentan con supermercados como Walmart Supercenter, Bodega Aurrerá, Superama y Sam’s Club, para abarcar diferentes niveles socioeconómicos y estilos de vida de la población.

Además hay una proliferación de tiendas de conveniencia, como la cadena Oxxo. "No hay que ir muy lejos para encontrar un Oxxo, los productos están siempre a disposición, son productos para una persona que quiere comprar algo el día de hoy, calentarse al microondas o llevárselo, es ideal para un estilo de vida", explica.

Frente a estas nuevas necesidades del mercado, Fernando Sánchez anticipa que los empaques plásticos son los de mayor crecimiento en México, particularmente los de tipo Thin Wall Plastic Containers, Flexible Plastic y HDPE Bottles. Afirma que el plástico ha crecido en México como el tipo de empaque preferido por los consumidores gracias a la practicidad que significa y por su versatilidad.

Tendencias en empaque de alimentos

Un estudio realizado por la Canainca muestra que hoy en día en México una tendencia que está en crecimiento es la de consumir productos para microondas, congelados o deshidratados, puesto que este tipo de alimentos son un aliado de las mujeres que trabajan y de los jóvenes.

"Los adolescentes y jóvenes prefieren los alimentos procesados, también los frescos, y se empieza a derribar el mito acerca de los enlatados. Claro que nosotros no solamente empacamos en latas, sino en vidrio, en pouche, en bricks que ahora están muy de moda", comenta Armando Cobos.

El cambio demográfico en México también tiene que ver con un mayor número de personas viviendo en centros urbanos, lo que a su vez es un indicador de un poder adquisitivo más alto y mayor disponibilidad de vivienda, pero con espacios más reducidos.

"Es muy parecido a lo que ocurre en Colombia el día de hoy, cuando tienes espacios reducidos, el comportamiento de compra del consumidor es no ir necesariamente a los supermercados, sino a las tiendas de conveniencia y el tipo de empaque debe estar mucho más adaptado al estilo de vida. A veces yo vengo tarde del trabajo y practico la cultura del microondas, la gente quiere hoy en día tener un tipo de empaque adaptado a sus necesidades", afirma Fernando Sánchez.

Un ejemplo de esto, dice el directivo, es la marca mexicana de carnes frías San Rafael, que presenta sus productos en empaques con compartimentos de modo que el consumidor puede comprarlo, comer una parte por la noche y guardar el resto para el día siguiente: "Tiene una variedad, pavo, salchicha, tiene cuatro o cinco cosas, y me pareció que esta marca está entendiendo exactamente las necesidades del mercado".

El análisis de la Canainca apunta también en esa dirección, pues la fuerte movilidad que existe actualmente, la necesidad de transportarse largas distancias, los horarios que no permiten regresar a comer a la casa, afectan los hábitos alimenticios y esto repercute en la demanda de innovaciones que se adecuen a las necesidades de los consumidores.

"Los formatos y empaques se tienen que dar en los nuevos canales de distribución como las vending machines o máquinas dispensadoras, hoy necesitamos empaques que permitan productos novedosos ready to eat, ready to drink, los listos para beber fríos o calientes; formatos con porciones individuales, suficiente para saciar el hambre, pero que no deje sobras", comenta Armando Cobos.

Comienza a haber una mayor consciencia por tener envases reutilizables, que conserven los alimentos, pero que sean visualmente agradables y prácticos, pues lógicamente como en todo el mundo hay una tendencia hacia lo ‘verde’ y sustentable, lo que sin duda afectará la percepción del consumidor hacia las marcas haciendo más relevantes las innovaciones que se perciban como amigables con el entorno.

La consultora de mercados Nielsen advierte que 90% de los consumidores mundiales son ‘eco-conscientes’ y estarían dispuestos a renunciar a ciertos aspectos o roles del envase funcional y conveniente si esto contribuye a mejorar la calidad del medio ambiente, así que además de ver empaques más ecológicos, los consumidores preferirán aquellos que apliquen al menos una de las 3R’s (reciclar, reducir, reutilizar).

Para Fernando Sánchez de PolyOne, este es otro aspecto que va a influir en la manera de diseñar un empaque, pues en México destacan empresas como Petstar que tiene en territorio mexicano la planta de reciclaje de PET grado alimenticio más grande del mundo, y como Ecoce, una asociación con una estructura que le ha permitido influir en la cultura del reciclaje en el país, lo que va a impactar en la decisión de compra de los consumidores. Y no descarta que la influencia de asociaciones civiles que luchan contra la obesidad en el país, aunado a las nuevas leyes en materia de salud, los nuevos impuestos, etcétera, impulsarán cambios en el comportamiento del consumidor y por ende, en la industria del empaque.

"Es muy interesante, tienen por un lado cambios en legislación, cambios demográficos, nuevos impuestos, asociaciones civiles, empresas que se dedican a reciclar, tienen el tema de la sustentabilidad, todos esos cambios impactan en nosotros. Cuando uno genera una estrategia de mercadotecnia todos estos elementos hay que tenerlos en cuenta", alerta el especialista.

Peculiaridades del mercado mexicano

Una característica del mercado mexicano, que al menos Fernando Sánchez no ha detectado en otros países, es la variedad de formatos o presentaciones en la que se venden los productos, un caso particular es el de bebidas de 600 ml, que en México es el más vendido, pues de las 4,4 millones de unidades que se vendían en 2009 pasó a 5 millones de unidades en 2014, es decir, creció 13% sus ventas.

"Estaba analizando los tipos de empaque, los formatos en el mercado mexicano es muy interesante, la variedad va de 60 ml hasta 1 litro. Y ahí me quedé porque luego venían 1,2 litros, litro y medio, hasta 3 litros, pero la cantidad de formatos existentes es muy importante y lo que quiero destacar es que la diferenciación en el anaquel no ocurre únicamente con la fórmula que va en el producto, también se puede lograr a partir de un formato", detalla.

Hay formatos desde 335 ml, 400 ml, 410 ml, 458 ml, 473 ml, que corresponden a conversiones americanas, por lo que se puede decir que hay una influencia muy marcada de Estados Unidos sobre los consumidores mexicanos.

El especialista en mercadotecnia considera que la disponibilidad de formatos que hay en el mercado mexicano muestra una adaptación bastante alta al estilo de vida de los consumidores, ya que ellos pueden elegir un formato que convenga a su forma de vida.

"Si puedo dejar algo a manera de conclusión, hay tres cosas a tener en cuenta desde el punto de vista de marketing y diseño: la primera es que el estilo de vida empuja hacia lo que se llama conveniencia en el tipo de empaque; lo segundo es la proximidad donde se encuentran los productos, los canales de distribución; el tercero es que los pequeños formatos también van a ser más favorecidos en los años que vienen", concluye.