Con más inversión y capacidad de producción, Vileda se fortalece en México

En México, los planes de Vileda, filial de Grupo Freudenberg, son ambiciosos y ya están en marcha, pues desde hace tres años ha comenzado la transformación de su centro de distribución (Cedis) en Tultitlán, estado de México, en una planta de producción donde ahora están ensamblando escobas, cubetas y mopas.

El grupo alemán ha crecido en el paí­s en todas sus áreas de negocio; en el mercado automotor y en la fabricación de sellos y elementos anti-vibración para vehí­culos ligeros y pesados ha aumentado significativamente en los últimos 10 años, pero también incrementó en su negocio de lubricantes, así­ como en productos para limpieza, al punto que como grupo ha crecido más de 10 % anual en los últimos años.

Vemos un crecimiento muy importante. Hace unos años México no representaba para el Grupo ni siquiera un 2 % de sus ventas o menos, a nivel mundial, y actualmente ya se encuentra en 5 % en un periodo de cuatro o cinco años, que ha crecido a ese nivel, asegura Tebaldo Mureddu, vocero oficial de Freudenberg en México y CEO de Kluber Lubrication, también filial de la compañí­a alemana.

El directivo señala que hay diversos factores por los que el Grupo está invirtiendo en territorio mexicano, ya que además de las condiciones para hacer negocios, el tamaño de su población, la capacidad de consumo y el hecho de ser una plataforma de exportación han convertido a México en un lugar estratégico para Freudenberg.

En la división Home and Cleaning Solutions, a la que pertenece Vileda México, la compañí­a alemana tiene el primer lugar, a nivel mundial, en artí­culos para limpieza de pisos y en paños; en guantes son el número dos, igual que en cuidado de la ropa; y en fibras el número tres. En Europa, se posicionan en el número uno en cuidado de la ropa y tercer sitio en electrónicos para limpieza.

Con 25 años de presencia en México, Vileda ha tomado 15 % del mercado de limpieza, colocándose en primer luegar en limpieza de pisos con escobas y trapeadores, categorí­a en la que tienen el 30 % del mercado nacional y 17 % en la categorí­a de guantes.

Nosotros buscamos crecer en participación de mercado mí­nimamente, al menos entre 1 % y 2 % por año, por lo menos en los siguientes cinco años; esto lo estamos intentando con el hecho de producir aquí­ local, que nos da ventajas no solo de costos, sino también de capital de trabajo, lo que permite tener tu cash flow para reinvertir en el negocio, explica Ví­ctor Andriani, country manager de Vileda México, tras asegurar que esperan cerrar 2018 con un incremento en ventas del 12 %, en comparación con el año anterior.

De acuerdo con un estudio de mercado realizado por la consultora Nielsen, para los mexicanos el trapeador es el elemento de limpieza más utilizado, ya que 91 % de los hogares tienen uno, 88 % usan escoba, 87 % cubetas, 73 % utilizan trapos y 66 % esponjas.

A esto se agrega que en casi la mitad de los hogares (46 %) se hace limpieza todos los dí­as y en 24 % de las casas las habitaciones se limpian con diferente frecuencia, siendo el baño y la cocina las que más se limpian (89 %); además, nueve de cada 10 consumidores acuden a los supermercados para comprar este tipo de productos. "Si la gente sigue limpiando, el mercado seguirá creciendo", dice Andriani.

Fábrica de Latinoamérica

México, sin duda, representa un mercado grande, donde se tiene la costumbre de limpiar, además existe un potencial enorme hacia Centro y Sudamérica, por lo que se han traí­do a esta planta seis lí­neas de producción y se están ensamblando 130 productos, para alcanzar una capacidad instalada de 30 millones de unidades anuales. El 10 % de los productos ensamblados son para exportación a Estados Unidos, Chile y Argentina.

El 70 % del valor de los productos que vendemos en México se hacen aquí­, hay sólo un 30 % que viene de fuera, por ejemplo nuestras fibras y los paños vienen de Alemania, donde tenemos la fábrica de telas no tejidas; los rollos de telas para trapeadores también de Europa, algunos otros insumos vienen de Estados Unidos, etcétera, comenta Ví­ctor Andriani.

La transformación del Cedis de Vileda en una planta de producción vertical no tiene vuelta atrás y responde a diferentes factores, uno de ellos es que en las auditorí­as internas de calidad en Tultitlán, en los últimos tres años, se colocaron en el segundo lugar a nivel mundial, compitiendo con las plantas de Suecia, Italia, Estados Unidos y República Checa, lo que ha demostrado que aquí­ se hacen las cosas bien.

En la planta actualmente se realiza un 70 % de trabajo manual, sin embargo, el estilo Freudenberg es ir paso a paso como iniciaron todas las plantas del Grupo. Ahora existen muchas áreas de mejora y posibilidades para expandir la producción en dos sentidos: fabricar más productos in house y también vender más, ya que en la medida en que crezca su producción se irán dando los siguientes pasos para traer nuevos proyectos y automatizar algunas áreas.

Podemos ser los proveedores, sin problema, de toda Latinoamérica. Los costos que tenemos no son malos y hacemos las cosas bien, y México es un paí­s que está preparado para exportar; ya fabricamos para Estados Unidos algunas cosas y somos ambiciosos al pensar que vamos a ser la fábrica de Latinoamérica o de América, esa es nuestra ambición, vamos a ver si lo logramos, afirma el country manager de Vileda.

Por su parte, José Luis Guzmán, director de operaciones de la planta, comenta que en dos o tres años podrí­an traer más lí­neas de producción a Tultitlán, así­ como estar automatizando diversas áreas; además estarí­an en condiciones de considerar si agrega valor tener sus propias lí­neas de moldeo e inyección.

Los planes de Vileda en México son empezar a hacer una planta vertical totalmente, que se pueda hacer todo el producto completamente; qué nos faltarí­a para hacer eso, tener nuestras extrusoras para la parte de fibra y tener máquinas de inyección para nosotros mismos hacer la inyección de nuestras piezas (…) Pensarí­a que serí­a de dos a tres años; la empresa en los últimos tres años se convirtió de un centro de distribución a una planta y a esta se trajeron seis lí­neas que ya producen 130 productos, entonces no es un plazo tan grande, menciona.

Si bien este no es un plan que esté ya establecido, al menos sí­ está en la visión de la compañí­a, por lo que actualmente las partes de plástico las producen con dos partners en México, con quienes además están trabajando para desarrollar algunas innovaciones e integrar material reciclado, y para fabricar todos los tacos de las escobas que ahora se moldean en Estados Unidos y Europa, además de otras piezas plásticas.

La primera lí­nea de escobas acaba de iniciar operaciones y una segunda iniciará en un mes, con lo que tendrán una producción de tres millones de escobas al año, con siete modelos distintos, pues la meta es que de ocho escobas que venda Vileda en México, siete serí­an nacionales y solo una serí­a importada.

Con ello, estarí­an reduciendo en la primera etapa 5 % los costos de fabricación de escobas, gracias a que por ahora el volumen será bajo; en tanto, la producción de mopas localmente les ha permitido reducir 15 % sus costos.

La planta de 6.400 metros cuadrados, tiene también un almacén con 2.000 pallets positions, que se renovó para adecuarlo al crecimiento que está sucediendo en la producción. Así­ mismo, se equipó un laboratorio de pruebas de calidad para los productos y ahora cuentan con las certificaciones ISO14001 y OSHAS18001.

Inversiones a corto plazo

Durante este año, según explica Ví­ctor Andriani, se ha invertido en cambiar todos los racks del almacén y además renovarán los detectores de incendio. Adicionalmente, iniciaron producción dos nuevas lí­neas, por lo que el año próximo planean colocar un muro para separar el almacén del área de producción. De igual manera, en su presupuesto contemplan la actualización del software para la gestión del almacén y la adquisición de escáneres con pistolas para poder llevar toda la administración de la bodega y otras inversiones más.

También se han identificado áreas de operación donde será necesario automatizar ciertas actividades para mejorar la producción, la calidad y la seguridad del personal.

Claramente en el área de ensamble de trapeadores existen todaví­a algunos procesos que son muy manuales; esta misma actividad en la planta en España hoy está totalmente automatizada, donde se pone básicamente un rollo y sale paletizado. El nivel de los trapeadores es 99,9 % de los hogares tienen uno, entonces la mano de obra no darí­a abasto, acá se hará la automatización paso a paso, detalla Andriani.

Lo primero será consolidar las operaciones con las que ya cuenta la planta y después se irán mejorando los procesos, al tiempo que trabajarán con proyectos de innovación, entre los que está el lanzamiento de un nuevo trapeador en marzo o abril de 2019.

Nuestros planes a futuro son claramente seguir creciendo al ritmo que lo estamos haciendo ahora, de doble dí­gito; hacer crecer la marca, que la gente nos siga conociendo, que asocie Vileda a Freudenberg, a la calidad y al diseño alemán, pero producido aquí­â€¦ Apostamos a México, asegura Andriani.

Cabe mencionar que un estudio de la consultora Technavio mostró que el mercado mundial de herramientas y suministros para la limpieza del hogar crecerá a USD 35,35 mil millones para el 2021, a una tasa de 3 % anual. Y la región de las Américas concentró la mayor participación en el mercado durante 2017, lo que representó una participación de aproximadamente 36 %, manteniendo un buen crecimiento hacia 2021.