Para que un producto plástico se vuelva realidad, debe tener buenas propiedades de procesabilidad. Para esto se usan cada vez más tipos de plastificantes, uno de los productos químicos más vendidos en el mundo entero. La mayoría de los plastificantes están basados en ftalatos, que son compuestos que no deben tener contacto alguno con alimentos. Nuevas regulaciones y una conciencia ecológica cada vez mayor en la comunidad piden que los productos plásticos estén cada vez más libres de ftalatos.
Esta meta no es del todo fácil de cumplir, sobre todo en el campo en desarrollo de los biopolímeros, dado que no todo plastificante es compatible, o cumple los requerimientos de procesamiento de plásticos basados por ejemplo en acetatos de celulosa, provenientes de la madera. Allí, los plastificantes basados en ftalatos están tan presentes como en los polímeros tradicionales.
Investigadores del Instituto Fraunhofer para el medio ambiente, la seguridad y la energía han desarrollado un plastificante biobasado para bioplásticos, entre otros, con el objetivo de aumentar la composición biobasada de los plásticos y mejorar las propiedades de estos materiales.
El instituto con sede en la ciudad alemana de Oberhausen produjo el plastificante a partir de éster biobasado. Este material tiene la propiedad de tener un carácter polar, es decir que sus grupos atómicos están eléctricamente cargados. De esta manera los primeros polímeros con los que puede mezclarse son termoplásticos también de carácter polar como el PVC, el PLA, el PHB (Ácido Polihidroxibutírico), CA (Acetatos de celulosa) e incluso en PS.