Desarrollan contenedor flexible flotante para transporte marítimo de grandes volúmenes de agua

La versión comercial del waterbag desarrollado dentro del proyecto europeo XXL REFRESH ya es una realidad después de ser probado con éxito en aguas de Tarragona (España), con una carga de 2.000 metros cúbicos (dos millones de litros) de agua dulce. El prototipo fabricado de 60 metros de longitud sería escalable hasta alcanzar capacidades mayores de 5.000 metros cúbicos (cinco millones de litros), gracias a su diseño modular. Así mismo, ya ha despertado el interés de los responsables del abastecimiento de agua en Chile y en países de Medio Oriente como alternativa a los proyectos basados en conducciones submarinas y para abastecer zonas desérticas.

Las experiencias con waterbags previas al proyecto, de las que se tenía constancia, habían fracasado principalmente por la falta de resistencia del tejido y por el hecho de estar fabricadas en una única pieza, lo que dificultaba enormemente las operaciones de despliegue, manipulación, higienización y transporte. El waterbag fabricado tiene como clave de éxito su diseño, que permite ensamblar diferentes módulos gracias a una serie de cremalleras con el fin de adaptar la capacidad máxima de carga a las necesidades del transporte, además de sus mejoras en las prestaciones del tejido con el que está fabricado.

Este innovador contenedor flexible flotante puede ser transportado por un remolcador convencional y supone un importante ahorro de combustible y de emisiones frente a otros métodos de transporte como el de los buques cisterna o frente a otras alternativas de abastecimiento como las plantas desaladoras.

Por otro lado, el papel de AIMPLAS en el proyecto consistió principalmente en realizar los ensayos de validación para testar las propiedades de resistencia mecánica de los materiales sometidos a condiciones de servicio muy exigentes. El instituto también llevó a cabo los análisis de compatibilidad para transporte de agua de acuerdo con la reglamentación europea.

El proyecto XXL REFRESH fue financiado con fondos de la Unión Europea a través del Séptimo Programa Marco y fue coordinado por la empresa española Industrial Sedó. Junto a AIMPLAS, también participó la compañía española Tecnodimension, las italianas D’Apollonia y Ziplast, así como la empresa turca Turgutreis y la checa Safibra.