El 2016 será un año positivo para la industria del plástico en México

Este año comenzó con varios factores que han generado incertidumbre en la economía global. La caída del precio del petróleo, el tipo de cambio, la desaceleración de China, son sólo algunos elementos que están impactando fuertemente a todos los países, incluyendo México. Pese a todo esto podría ser un año positivo para la industria del plástico nacional.

"Iniciamos el 2016 de manera bastante volátil. En el mercado de capitales se ha perdido alrededor de 7,7 billones de dólares en papel, esto representa 27 veces el valor de capitalización total de la Bolsa Mexicana de Valores. Es muchísima la riqueza que se ha erosionado por este miedo que ha surgido en el 2016”, explicó Gabriela Siller, analista de Banco Base, durante el foro 'Perspectivas de la Industria del Plástico 2016', organizado por la Asociación Nacional de Industrias del Plástico (Anipac).

Además, la desaceleración de China, que es la segunda economía más grande del mundo, arrastró a la baja el precio de los commodities, particularmente el precio del petróleo, que si bien está tocando los 30 dólares por barril, durante meses estuvo muy por debajo de este precio.

Debido a que el tipo de cambio en México está relacionado con el precio del petróleo, la depreciación del peso -hasta febrero pasado- había llegado a poco más de 11%, es decir, tuvo una caída muy acelerada, mientras que al cierre de 2015 la depreciación fue de 16%.

No obstante, aún a pesar de estos factores negativos, las condiciones de la economía mexicana son distintas a las de la crisis de 2008, por lo que las perspectivas si bien no son excelentes, se espera un crecimiento parecido al del año pasado. De hecho, a diferencia de esa crisis, cuando la economía de Estados Unidos estaba en problemas, México tuvo un impacto importante porque su comercio depende del mercado estadounidense; pero en esta ocasión es China la que está en desaceleración y la economía mexicana no depende de los chinos.

Así que pese al difícil entorno global -dijo Gabriela Siller- la economía estadounidense va a seguir creciendo, pues al mes en enero se habían creado 195.000 empleos y se prevé que el mercado laboral se siga recuperando, lo que llevaría a un crecimiento de la economía de Estados Unidos de alrededor 2,5%.

Para México, esto significaría un repunte en el consumo interno, ya que éste está determinado fuertemente por las remesas provenientes del exterior y al mejorar el mercado laboral de Estados Unidos, éstas se incrementarán, cobrándose además no a 13 pesos, sino a 19 pesos por dólar y elevando el poder adquisitivo de la población de menores recursos.

En cuanto a la inversión extranjera directa con un dólar fuerte, a las empresas americanas les ha resultado muy barato invertir en México, incluso, ya se escucha que algunas armadoras están pensando establecer nuevas plantas en territorio mexicano. De hecho, los pronósticos de Banco Base indican que la manufactura ya superó la desaceleración y contracción que mostró en los últimos meses del año pasado y por lo tanto va a seguir al alza.

"Por si teníamos alguna duda de la conexión que hay entre la producción industrial de México y Estados Unidos, hay 75,2% de correlación, es decir, en términos estadísticos dependemos de Estados Unidos. Para México no me atrevería a decir que este año va a ser bueno, simplemente va a ser plano respecto al año anterior, crecimos 2,5% y este año vamos a crecer entre 2,3% y 2,6%", afirmó Gabriela Siller.

En ello coincide Eduardo de la Tijera, CEO de Grupo Texne, quien en su participación en el foro de Anipac, habló en concreto de la industria del plástico, la cual considera tuvo un 2015 positivo.

Frente a la incertidumbre el año pasado, los factores que determinan la demanda de plásticos en el país presentaron signos positivos: creció el PIB, las ventas al menudeo, etcétera, y la industria del plástico generó más empleo, mejores remuneraciones, mayor productividad, inversión y capacidad utilizada.

"De esta manera en producción, importación y exportaciones, consumo aparente y consumo per cápita hubo crecimientos importantes. Destaca el crecimiento de más del 13%, casi 14% en las importaciones, y del 12% en las exportaciones de artículos de plástico", aseguró el directivo.

Lo único negativo, a decir del especialista, es que las empresas de transformación de plásticos perdieron mercado al caer 3,2%, por lo que aunque fue positivo en cuanto a volumen, no lo fue en valor debido a las fluctuaciones de los precios y del peso.

Esta situación también reveló que se está presentando un cambio en la geografía de la producción de plásticos en el país, pues los estados con industria del plástico relacionada con sectores que están creciendo mucho como el automotor, electrónico y aeroespacial, están aumentando su producción de manera importante: Nuevo León, Jalisco, Querétaro, Coahuila, Baja California, Puebla, Chihuahua y Sonora.

Eduardo de la Tijera destacó como signos positivos para el país y para la industria del plástico que para este año México tendrá un mejor desempeño en comparación con muchas otras economías mundiales, pues crecerá aunque a un nivel más bajo. Entonces, crece el PIB, el consumo interno, las exportaciones y producción industrial del país, por lo tanto crece el plástico.

"Nuestra industria no anda en el sube y baja, llevamos varios años creciendo de manera sostenida y en forma creciente, entonces para 2016 tenemos más elementos para pensar que va a ser un buen año, a lo mejor no tan bueno como el 2015, pero parecido a 2015. El asunto está en que no nos echemos a descansar porque vamos a tener un buen año”, advirtió.

Sus previsiones como especialista del sector son que crecerá entre 4,3% y 5,9% el consumo aparente de plásticos y entre 6,5% y 8,5% la exportación de plásticos, lo que significa un menor crecimiento comparado con 2015. Sin embargo, el especialista lanzó una advertencia, pues si la importación no nos come mercado, habrá la posibilidad como transformadores de crecer bastante la producción, lo que sería positivo, a su vez, para los proveedores de materia prima y de maquinaria y equipo.

"Si recuperamos 2,7% de participación de mercado que es lo que hemos perdido anualmente en los últimos cinco años, las importaciones van a bajar un poco porque hay mucha importación actualmente, pero nuestra producción va a crecer muchísimo, entonces por ahí empezamos a ver dónde puede estar uno de los elementos para que crezca nuestra industria", expresó Eduardo de la Tijera.

Los retos para la industria

México causó sorpresa, a decir de Javier Ortiz, analista principal en poliolefinas de la consultora IHS Chemical, ya que con un crecimiento de 2,5% del PIB, su consumo de resinas fue elevado.

El analista afirmó que se esperaba un crecimiento en el consumo de resinas en México, pero tan sólo en polietileno creció casi 7% y en polipropileno fue de 8% en el último año, y tras un estudio que realizó IHS entre transformadores de plástico mexicanos, se dieron cuenta que el Estado de México, Jalisco, Querétaro y Guanajuato han tenido un gran crecimiento de esta industria.

"Hemos visto transformadores que han estado comprando más máquinas, especialmente de varias capas, y hemos visto también en ese sector esa ampliación de consumo, principalmente de grados de película como son baja densidad y lineales. Otro aspecto positivo de la industria en México es obviamente la planta de Braskem Idesa", añadió durante su participación en el foro de Anipac.

Javier Ortiz prevé que en lo que resta del año habrá una recuperación del precio del petróleo que podría quedarse en los 40 dólares por barril y será en 2017 cuando llegue a niveles por arriba de los 50 dólares.

"Estamos viendo que en general 2016 va a tener un ambiente muy bueno para el comprador de resina, el transformador va a tener no solamente varias opciones para comprar producto, también se espera que siga habiendo precios bajos", señaló.

Por su parte, Eduardo de la Tijera coincide en que estamos en niveles iguales o menores a los que teníamos hace 10 años en precios, es decir, están muy abajo, por lo que la situación como transformadores del plástico es de bajos precios de materia prima, que se espera que se incrementen hasta 2017 cuando podría haber presiones sobre los precios del polipropileno, poliestireno y PET por su relación con el petróleo.

Ante este panorama, el directivo de Grupo Texne mencionó que hay cuatro retos para la industria del plástico en México. El primero es que el transformador logre insertarse en los flujos de comercio exterior de manera más intensa, ya que sólo 32% del volumen de plásticos y 20% de las transacciones relacionadas con la transformación de plásticos se realizan fuera de los flujos del comercio exterior.

"El que no participa en esos flujos del comercio exterior, pues está con un cachito muy chiquito del pastel y si éste sigue perdiendo participación de mercado, la industria de la transformación se va a hacer más chiquita. ¿Qué hay que hacer?, pues entrarle a los flujos del comercio internacional y se puede hacer ampliando la presencia en mercados externos o ampliando el mercado doméstico con sustitución de importaciones", añadió.

Hoy en día, 40% de la producción de plásticos en México se exporta directamente y de las 4.000 empresas del sector, 600 son las que exportan y de éstas dos terceras partes son mipymes, lo que muestra que es posible competir en el mercado global.

Un segundo reto es el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TTP, por sus siglas en inglés), ya que los países firmantes de este acuerdo comercian 283.000 millones de dólares de resinas y plásticos con el mundo, de esos 130.000 millones lo comercian entre sí, de modo que es una gran oportunidad de mercado.

El tercer reto es crear mejores empleos en la industria. Esto es un área de oportunidad, pero es un reto porque no se debe seguir contratando mano de obra porque es barata, sobre todo si se quiere ser competitivo.

Para Eduardo de la Tijera el cuarto reto es el ambiental y para ello se requieren acciones gremiales a fin de defender a la industria de ataques que no tienen fundamento, pues vienen leyes sobre envases, cobros a las bolsas de plástico en los comercios y otros temas que impactarán al sector.

En su opinión, se necesita que los industriales del plástico vean a futuro, no al inmediato, sino a cinco, 10 o 15 años para poder pensar en productos novedosos, en soluciones nuevas para resolver los problemas que vendrán.

También sugiere actuar con rapidez para no perder las oportunidades que se presentan y, por último, se debe actuar como cadena, como gremio, para sacar el mejor provecho de esas oportunidades que se presentan.