Green Mind presenta nueva línea de reciclaje de PET, triplicando su capacidad

En sólo tres años Green Mind, empresa mexicana dedicada al reciclaje de PET (tereftalato de polietileno), triplicó su capacidad de producción de hojuela de este plástico para el mercado de laminadoras y fabricantes de resinas.

La planta, ubicada en el municipio de Tlajomulco de Zúñiga, fue planeada para su expansión desde el inicio, cuando producía 3.000 kg/h de hojuela y hoy, 36 meses más tarde, su capacidad creció a 10.000 kg/h con la inauguración de la nueva línea que comenzó operaciones el pasado 24 de abril.

La producción de hojuela de alta calidad, que contiene apenas 50 partes por millón de PVC, es la carta de presentación de esta compañía que ya apunta a crecer su mercado hacia empresas que utilizan el PET reciclado (rPET) grado alimenticio, aseguró Saúl Solaeche, director general de Green Mind, durante la inauguración de la nueva línea.

En aproximadamente siete meses podrían recibir la carta de no objeción para las hojuelas grado alimenticio por parte de la FDA (US Food and Drug Administration); por lo pronto, el primer paso ya está dado con la obtención de la Certificación ISO 9001 que les será entregada esta semana, explicó el directivo.

Esta visión está acorde con los datos de la National Association for PET Container Resources (Napcor), que agrupa empresas de la industria de envases de PET de Estados Unidos y Canadá, los cuales muestran que el mercado para aplicaciones de PET reciclado va en aumento cada año, sobre todo para uso en alimentos y bebidas, lo que requiere de una mayor calidad.

Los datos de Napcor indican que el uso de PET reciclado, tanto para aplicaciones en alimentos y bebidas, y productos no alimentarios, saltó de 147.871 toneladas en 2012 a 215.456 toneladas en 2013, lo que implicará una mayor inversión en tecnología por parte de la industria del reciclaje de botellas de PET.

Por ahora, Green Mind está exportando 49% de su producción hacia Estados Unidos y el 51% restante es para el mercado mexicano, no obstante, tienen la capacidad para atender nuevos clientes en otros países si surge la demanda, dijo Solaeche.

Actualmente, la joven compañía cuenta con una red de 12 centros de acopio a lo largo de todo el territorio mexicano, que les abastece de la materia prima necesaria y da empleo a 180 personas de manera directa, además de que genera 10.000 empleos indirectos.

Mayor eficiencia y productividad

La inversión en la nueva línea de reciclado fue de 40 millones de dólares, y en colaboración con la empresa Innovateck y un grupo de ingenieros chinos y alemanes, en ocho meses tuvieron lista la maquinaria y equipo que les permitirá ahorrar en costos por su eficiencia y productividad.

Las botellas de PET pasan por diversos procesos de selección y limpieza para lograr la alta calidad requerida, y para ello se requiere de la tecnología adecuada, según explicó Jaime Haro, gerente de planta de Green Mind, quien también comentó que si bien la maquinaria es de origen chino, el ‘cerebro’ de la misma es de origen alemán lo que les permitirá alcanzar un alto grado de eficiencia, pues con la experiencia de la primera línea, en la recién inaugurada cuentan con varias mejoras.

“Esta máquina nueva viene actualizada a nuestras necesidades, como ya compramos una y vimos qué es lo que falta, entonces se adaptaron a nuestra necesidad y sí, hay ahorro de agua, ahorro de energía, modificaciones, mejoras en eficiencia”, aseguró Ariel Staple, responsable de Comercio Exterior y Logística de Green Mind.

El especialista dijo que el costo por kilogramo producido en la nueva línea es menor debido a la eficiencia, y aunque en los próximos meses todavía sufrirá algunas mejoras esta maquinaria, se prevén ahorros de entre 30% y 35% por su eficiencia y rendimiento; tan sólo en químicos para el lavado de las botellas tendrán un ahorro aproximado de 40%.

Con la experiencia de 10 años en la industria del plástico, como distribuidor de marcas líderes en la conversión, transformación y reciclaje de plásticos, Innovateck proporcionó los sorters, que son una parte fundamental del proceso, explicó Alejandro Andrade, director general de la compañía. Gracias a estos sorters, que son de tecnología alemana, se separa el PVC de las botellas, el cual se considera el contaminante número uno del PET.

“Por medio de una cámara ultrarrápida va llegando la botella, detecta si es PVC por medios electromecánicos y separa por medio de una especie de soplido y lo expulsa; este separador es básico, es infrarrojo, detecta las moléculas o la capacidad de absorción de la botella, ese ‘cerebro’, valga la expresión, es básico en nuestro proceso”, detalló Jaime Haro. También se cuenta con sorters para separar las botellas que son de color.

Agregó que “los cerebros alemanes son de lo mejor que puede haber en el mundo en el reciclado de plástico, son cerebros que nos definen la calidad de nuestro producto, que le da el plus a la calidad para que salga lo mejor posible en cuanto a limpieza, color de la hojuela, etcétera”.

Lo importante del ciclo que ha logrado Green Mind es que no se desperdicia nada, incluso, el polipropileno que se obtiene de las tapas y etiquetas, se vende a fabricantes de juguetes, utensilios de cocina, tarimas, flejes, entre otros. En tanto que las hojuelas de rPET obtenidas pasan por un control de calidad en el que se analiza humedad, PVC y otros plásticos, barrera, etiqueta, cantidad de color azul, densidad, metales, etcétera, y si estuvieran por debajo de la calidad requerida, no se desechan, sino que se reprocesan para mejorarlas.

“Hay dos tipos de clasificación, la tipo A, su máximo es de 50 partes por millón de PVC, y la tipo B llega hasta 100 partes por millón. La clasificación tipo A es nuestra clasificación tope, la calidad Green Mind. En el peor de los casos si llegamos a tener algunas que salen de la clasificación, las reprocesamos”, afirmó el gerente de planta de Green Mind.

Si bien en México aún son pocas las empresas que exigen tan alta calidad en la hojuela de rPET, lo cierto es que el mercado sigue creciendo y Green Mind está mirando hacia ese nicho, y aunque la planta está pensada para albergar otra línea si así lo requiere, los directivos están evaluando otras opciones de negocio que podría ser la industrialización de la hojuela para venderle, por ejemplo, a los productores de frutas y verduras para hacer bandejas.

Material de calidad

Uno de los retos que tendrá que enfrentar la industria de reciclaje de PET en los próximos años, según la Napcor, es la eficiencia en el acopio y la calidad del material recuperado, debido a la contaminación de los mismos en los tiraderos y a la dificultad para su acopio.

Sin embargo, así como México se ha posicionado como líder mundial en recuperación de envases de PET con 60% del consumo nacional, por encima de Brasil (42%), Canadá (40%), Estados Unidos (31%) y la Unión Europea (25%), empresas mexicanas como Green Mind están a la vanguardia en la recuperación de botellas de PET de buena calidad, pues a la fecha han logrado que 95% del material que reciben sea apto para su reciclaje.

“Los proveedores han reaccionado bien con nuestras propuestas y prácticamente no tenemos ningún rechazo, prácticamente tenemos un 95% o más aceptado, obviamente con cantidades de PVC bastante aceptables, que ese es a final de cuentas separado del proceso para que quede la hojuela como debe de quedar, con las características que el cliente nos está solicitando”, asegura Jaime Haro, gerente de planta.

Y aunque entre el 60% y 70% del costo del producto final corresponde a materia prima, Saúl Solaeche, director general de la compañía, confió en que contar con la tecnología adecuada les permitirá lograr una mayor rentabilidad y seguir abriendo oportunidades de negocio en nuevos nichos.

La ceremonia de inauguración estuvo presidida por el gobernador de Jalisco, Aristóteles Sandoval, quien estuvo acompañado en el presidium del secretario de Desarrollo Económico de Jalisco, José Palacios Jiménez; el presidente municipal interino de Tlajomulco de Zúñiga, Lucio Miranda Robles; el presidente honorario del Corporativo, Domingo Servín; y el presidente de Green Mind, Horacio Servín.