Los estándares globales y el empaque sostenible, según Julian Carroll, de EUROPEN

Tecnología del Plástico dialogó en exclusiva con Julian Carroll, Director Ejecutivo de la Organización Europea del Envase y el Medio Ambiente (EUROPEN). Bajo el liderazgo de Carroll, esta organización se convirtió en la voz de la industria en Europa en los temas que tienen que ver con envase y medioambiente.
Carroll será uno de los principales conferencistas durante el Seminario “Envase Sostenible 2010”, organizado por Tecnología del Plástico, y por sus publicaciones hermanas: El Empaque y Conversión, que tendrá lugar el 26 y 27 de Mayo en el Hotel Sheraton de la ciudad de Bogotá.

Tecnología del Plástico: ¿Cuál es la importancia de los estándares globales en empaques y su relación con el medio ambiente? ¿Qué tan cercana está la comunidad internacional del empaque de alcanzarlos?
Julian Carroll: Se están volviendo cada vez más importantes. Como los mercados mundiales de productos empacados han crecido, también lo ha hecho la necesidad de tener principios comunes y el entendimiento entre las diferentes empresas en la cadena de suministro, sin importar en qué lugar del mundo se encuentren. Cada vez más se hacen preguntas sobre la huella medioambiental del   empaque y lo que se puede hacer con éste después de su uso,  en lugar de tirarlo a la basura o enterrarlo en el relleno sanitario. Dado que estas preguntas se están haciendo en distintas partes del mundo, ya que los empaques viajan por  todo el mundo, tiene sentido que los principios en los que  las respuestas se basan sean, en la medida de lo posible, los  mismos en todo el mundo.
El productor y exportador de un producto en China, con destino a un mercado en Europa y en las Américas, requieren de una comprensión común de  sus clientes, de sus exigencias medioambientales, así como un común acuerdo sobre cómo estas demandas pueden ser satisfechas. Los estándares mundiales en envases y medio ambiente recorrerán un largo camino para proporcionar  dichas respuestas.
La creación de los estándares internacionales es un proceso lento. Los autores de dichos estándares deben tener en cuenta las necesidades de los diferentes constituyentes o partes involucradas, en las distintas regiones del mundo;  una gran parte del trabajo requiere reuniones presenciales (cara a cara) que sólo pueden llevarse a cabo de vez en cuando. El subcomité de la ISO que desarrolla los estándares sobre empaques  y medio ambiente no espera que su trabajo se termine hasta el año 2012, cerca de dos años a partir de ahora.

 ¿Cuál fue el papel de EUROPEN en la reciente reunión de normas ISO internacionales, que tuvo lugar en Estocolmo el 10 de diciembre pasado?
La reunión de lanzamiento en Estocolmo representa la culminación del trabajo, de aproximadamente tres años, de EUROPEN. Ya tenemos los estándares sobre empaques y medio ambiente en Europa, que se produjeron en respuesta a una necesidad identificada por la Comisión Europea. Son un medio para que las empresas demuestren que sus empaques se encuentran en conformidad con la normatividad de la Unión Europea (UE). Se han encontrado  empresas, en otras partes del mundo, que apreciaron el enfoque europeo a estos estándares y, en 2008, la Federación Asiática de Empaques  adaptó los estándares de la Unión Europea a las Directrices sobre Empaques  Ambientalmente Conscientes (Guidelines on Environmentally Conscious Packaging) que ahora están en uso en muchos países de Asia.
El Instituto Japonés de Empaques, en colaboración con la Asociación de Empaques de Corea, tomó la iniciativa en este proyecto y  llegaron a EUROPEN con la propuesta de desarrollar normas internacionales. Entre muchos de los miembros corporativos globales EUROPEN en el mundo, en particular las compañías estadounidenses, se llegó a un consenso sobre esta iniciativa. En la reunión de Estocolmo los delegados de Estados Unidos desempeñaron un papel muy importante para su lanzamiento. Los miembros de EUROPEN creen que este es un ejercicio que vale la pena continuar, y están apoyando el proceso tanto con recursos financieros como con humanos.

¿Cómo espera será el impacto de la normalización internacional ISO para la cadena mundial de suministro de empaques?
El impacto fundamental consistirá en que todos  los operadores económicos de la cadena de suministros de productos empacados, hablarán el mismo idioma en lo que se refiere al comportamiento medioambiental de los empaques.
En la actualidad, tenemos diferentes definiciones y diferentes medidas estándares para los objetivos medioambientales como reciclabilidad del material, contenido de material reciclado y recuperación de energía a partir de empaques usados, y para compostaje y biodegradación. Para una empresa global que hace negocios y opera en el mercado mundial esto significa altos costos y consumo de mucho tiempo. Reducir o incluso eliminar los costos de adaptación de los envases para satisfacer las diferentes normas en diferentes regiones del mundo, no sólo será un ahorro en el sentido económico, sino que también aportará beneficios medioambientales y sociales.

¿Podría mencionar un caso concreto en Europa (como ejemplo para América Latina) en el que los fabricantes de productos de consumo, minoristas, proveedores de empaques y consumidores finales han trabajado conjuntamente para armonizar los principios internacionales para envases y su relación con el medio ambiente?
Un ejemplo de la excelente cooperación entre las empresas de productos de consumo, minoristas, fabricantes de envases y consumidores en Europa, es el desarrollo exitoso de una comprensión compartida de la contribución de los empaques al desarrollo sostenible.
La publicación reciente de la Agenda del  Empaque en  la Sostenibilidad: una Guía para los Encargados de la Toma de Decisiones de las empresas (Packaging in the Sustainability Agenda: A Guide for Corporate Decision Makers - www.europen.be), fue el resultado de todos los participantes en  la cadena de suministros que trabajan unidos para evitar la posibilidad de acciones y metas diferentes que perturben el buen funcionamiento de la cadena de suministros en Europa. Queríamos evitar, por ejemplo un tipo de actor en la cadena —tal vez un minorista en un Estado de la UE— exigiéndole a un operador europeo una bandeja con un estándar especial de empaque, mientras que otro minorista, en el mismo país, se decidía  por un enfoque diferente para el empaque del  mismo producto.
Ya había signos de estos inicios en Europa, especialmente en el Reino Unido y Francia. Al reunir representantes de toda la cadena de suministros, pudimos llegar a un acuerdo común sobre principios, definiciones y objetivos derivados de ellos. Este entendimiento común ha eliminado, en gran medida,  aquellos riesgos, a la vez que protege el derecho de cada operador económico a elegir sus medios preferidos para alcanzar los objetivos comunes.
Nuestros esfuerzos en Europa se están traduciendo en un enfoque global para el Foro de Bienes de Consumo (Consumer Goods Forum) que está desarrollando su propio proyecto mundial de empaque basado en la experiencia europea.

¿Cree que el fomento de un marco regulatorio como el de  Europa para empaque y medio ambiente, así como indicadores, se puede aplicar a países como los de América Latina?
A largo plazo no veo ninguna razón para pensar que esto no será posible. Este plan en los países de América Latina, sin duda, será un reto y requiere un compromiso de las organizaciones transnacionales dedicadas a facilitar el libre comercio.
Como punto de partida, algún tipo de acuerdo, con el objetivo de prevenir los obstáculos técnicos del comercio transfronterizo, causados por las diferencias en los empaques  y la legislación del medio ambiente, sería una buena motivación para este proyecto. Quiero recordarles a sus lectores que ésta es la base legal del origen de la legislación de la UE relativa a envases y su relación con el medio ambiente.
Si los actores clave entre los mercados en desarrollo en América Latina pueden ponerse de acuerdo sobre los principios ésta sería una buena plataforma para trasladarse a los próximos pasos de la coordinación de la legislación.
En cuanto al tema de la adopción de indicadores y métricas comunes, sugiero que se establezca  una Tercera Fase. Unas directrices o parámetros para los diferentes actores en la cadena de suministros sobre la manera de medir el impacto medioambiental de sus empaques sería un buen primer paso en esta fase.

¿Cómo cree que el concepto de Responsabilidad Extendida del Productor podría funcionar en conjunto con los marcos legislativos nacionales?
La Responsabilidad Extendida del Productor (o supervisión o administración de productos, como a veces se llama) sólo funcionará si está respaldada por algún tipo de marco legislativo. La responsabilidad del productor es un mecanismo complejo que requiere de la cooperación del sector público y del privado.
El sector privado está incentivado para asignar recursos humanos y financieros con el fin de alcanzar metas específicas u objetivos. Estas metas pueden  acordarse mutuamente por la industria, pero deben ser ambiciosas, y el incentivo para lograrlas necesita de la ayuda de un marco legislativo correcto, en otras palabras, un esquema que combine “el garrote y la zanahoria".
La "zanahoria" para la industria tiene que ser un mejor entorno empresarial para trabajar, la eliminación de la legislación discriminatoria que inhibe la innovación, así como beneficios a largo plazo. Un elemento importante del "garrote" es una legislación para eliminar, o al menos reducir considerablemente, el riesgo de demasiados operadores económicos, que  ignoren su responsabilidad y que no apoyen a los que sí están contribuyendo con un medio ambiente mejor, y un futuro más sostenible. En términos simples, en una Responsabilidad Extendida del Productor exitosa, no puede existir el uno sin el otro.

Para mayor información e inscripciones en el Seminario
“Envase Sostenible 2010”, visite www.elempaque.com/seminarios/esostenible