México, tercera potencia mundial para la industria automotriz

En sólo cinco años México podría convertirse en uno de los tres países más atractivos del mundo para la inversión automotriz y tanto las asociaciones del sector como el gobierno están trabajando para llegar a esa meta.

Parece un propósito lejano para tan poco tiempo, sin embargo, el país no está muy lejos de lograrlo, pues como se sabe, hoy México es el séptimo productor y cuarto exportador mundial de autos ligeros, y para 2020, se prevé que la producción automotriz mexicana habrá pasado de los actuales 3,3 millones de vehículos ligeros a 5 millones de unidades, es decir, en sólo cinco años crecerá más de 50%.

El país también es el sexto productor y quinto exportador mundial de autopartes. La producción nacional de este segmento alcanza un valor de US$ 85.000 millones y en cinco años se estima que alcanzará los US$ 100.000 millones, lo que colocará a México al nivel de Alemania en el cuarto lugar mundial.

Además, según ProMéxico y SE en “Industria Automotriz. Documento Sectorial 2014”, en pocos años México se convirtió en el segundo proveedor de autos ligeros para el mercado estadounidense, desplazando a Japón y colocándose sólo por debajo de Canadá; y es el principal proveedor de autopartes para este mercado dejando detrás a Canadá y Japón.

Y si las previsiones de Global Insight se cumplen, al cierre de este año México podría convertirse en el primer proveedor de vehículos ligeros de Estados Unidos y aunque hace sólo 10 años 85% de las exportaciones mexicanas de autos iban al mercado estadounidense, hoy se ha diversificado y ahora sólo 60% van a ese país.

En el mercado interno, si bien las ventas se han mantenido por debajo del potencial, al parecer este 2015 las previsiones tendrán que ajustarse al alza, ya que se han superado las expectativas al tiempo que se logró reducir en 70% las importaciones de autos usados procedentes de Estados Unidos. Un estudio de la consultora AT Kearney afirma que el potencial del mercado doméstico es de 1,6 millones de vehículos, meta a la que se espera llegar en los próximos cinco años.

Incluso, a decir de Óscar Albin, presidente ejecutivo de la Industria Nacional de Autopartes (INA), el mercado interno mexicano podría atraer a otras dos o tres plantas automotrices más al país.

Con estas cifras, para México este sector representa 15% del Producto Interno Bruto manufacturero, el 9% de la inversión extranjera directa (IED) y el 30% de las exportaciones totales. De hecho, durante 2014, la balanza comercial automotriz registró un superávit mayor que el generado por las exportaciones petroleras, remesas y turismo juntos, de acuerdo con ProMéxico.

Tanto la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) como la INA han dicho que estas estimaciones son conservadoras, así que es probable que la producción nacional pueda superar esas cifras, pues las inversiones en el sector no paran de llegar.

De 2006 a 2013, México reunió US$18.647 millones de inversiones automotrices, mientras que en 2014 la inversión extranjera directa para el sector fue de US$4.048 millones y para este año también se prevé romper récord.

Las nuevas armadoras que se instalarán en territorio mexicano explican en parte la meta de producción para 2020. Audi y KIA iniciarán operaciones en 2016; la planta Nissan-Daimler en 2017; BMW y Toyota en 2019; y con ello las fábricas de autopartes en el país se incrementarán 25%, al pasar de las 1.200 actuales a 1.500. En tanto, las ampliaciones de plantas de Ford, General Motors y Volkswagen están en marcha.

"En la visión que tenemos en la industria automotriz para el año 2020 (…) queremos convertir a México en uno de los tres países más atractivos del mundo para la inversión de la industria automotriz", afirma Óscar Albin, de la INA, que agrupa a más de 350 plantas de manufactura de autopartes en todo México.

Plan estratégico

Para alcanzar su meta, los industriales del sector agrupados en diferentes asociaciones, en conjunto con el gobierno federal y universidades, han elaborado un plan de cuatro pilares en el que se incluyen más de 70 acciones enfocadas al desarrollo de las condiciones para consolidar a la industria automotriz en el país.

"Para llegar a ello tenemos un programa desarrollado entre las otras asociaciones de la industria automotriz con el gobierno federal basado en cuatro pilares que necesitamos desarrollar: necesitamos fortalecer el mercado interno, mejorar el entorno de negocios de la industria automotriz, mejorar el acceso a mercados internacionales e invertir en investigación y desarrollo", explica el líder de los fabricantes de autopartes.

En lo que se refiere al mercado interno se pretende llegar a la venta de 1,6 millones de vehículos nuevos, por lo que se está controlando la entrada de automóviles usados procedentes de Estados Unidos, la cual se ha reducido 70%. Una de las medidas en las que trabajan es la creación de normas físico-mecánicas que impidan la circulación de carros que no cumplan con determinados requisitos mecánicos.

Además, en coordinación con el gobierno federal se buscará modernizar el parque vehicular, que actualmente asciende a cerca de 30 millones de unidades, de las cuales el 60% tienen más de 15 años de antigüedad. Una de las propuestas es la de crear esquemas que faciliten el crédito a quienes deseen comprar un auto nuevo.

Asimismo, de acuerdo con Óscar Albin, para mejorar el entorno de negocios ya se está trabajando en el desarrollo de proveedores nacionales, en particular, de nivel 2 y 3, donde existe la mayor área de oportunidad para empresas mexicanas que quieran integrarse a la cadena automotriz.

Al respecto, la INA junto con otras asociaciones, además de ProMéxico y Bancomext, han creado un catálogo de proveedores que cuenta con más de 3.000 empresas de manufactura en el país, entre ellas 1.600 fabricantes de autopartes, y que es una herramienta para encontrar proveedores nacionales.

También, para mejorar el entorno de negocios y seguir siendo atractivo para la inversión, México requiere de disponibilidad de recursos humanos, para lo cual se hizo un análisis con todos los asociados de la INA a fin de identificar qué capacidades técnicas está necesitando la industria.

"Tenemos una gran ventaja, tenemos muchos jóvenes. De cada 1.000 estudiantes de carreras profesionales, 244 son egresados de carreras de ingeniería, es decir, la cuarta parte de muchachos que salen de las universidades privadas y públicas del país, tienen que ver con carreras de ingeniería, eso es algo que es un sueño porque en otros países ya no quieren estudiar ingeniería", comenta el directivo de la INA.

Respecto al aspecto de mejorar el acceso a mercados internacionales, los industriales del sector y el gobierno federal están buscando establecer nuevos tratados comerciales como el que se está negociando con Turquía y el TTP (Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica); así como la defensa de los tratados con los que ya se cuenta como el que se tiene con Brasil para autopartes, cuyo país está buscando endurecer las condiciones de contenido regional para detener las exportaciones mexicanas hacia Brasil.

Una de las condiciones para que México pueda colocarse como una potencia mundial en automotriz es, sin duda, la inversión es investigación y desarrollo (I+D); sin embargo, actualmente el país sólo invierte 0,4% del PIB en este rubro y aunque el compromiso es llegar a 1% en 2017 se buscará seguirlo incrementando.

En el país, empresas como Ford, General Motors, Nissan, Faurecia, Continental, Delphi, FCA, por mencionar algunas, han establecido centros de investigación y desarrollo.

De acuerdo con ProMéxico y SE en su documento “Industria Automotriz 2014”, los países emergentes en los últimos años tienen mayor presencia en la producción automotriz. "Un ejemplo claro es que mientras Estados Unidos, Canadá, Japón y Francia –países de larga tradición en la industria– sufrieron importantes descensos en sus niveles de producción, países emergentes como China, India, Brasil, Corea y México registraron incrementos notables en los últimos años".

En este contexto, las actividades de I+D también tienden a llevarse a los países a los que se está trasladando la producción, pues como menciona Óscar Albin, en países como Alemania, Japón o Estados Unidos el promedio de edad de los investigadores es de 57 años, lo que representa un gran reto para reemplazar a los que están por retirarse, mientras que en países como México la edad promedio es de 27 años.

Con estas medidas se espera llegar a la meta de 2020, incluso, el gobierno federal está realizando fuertes inversiones en carreteras, puertos y la iniciativa privada en líneas ferroviarias, pues al parecer todos los sectores se están preparando para ser la tercera potencia automotriz mundial.