Safran y Albany inauguran su tercera planta conjunta en México

Safran y Albany han trabajado en estrecha colaboración durante casi dos décadas y ahora abren su tercera planta conjunta, en esta ocasión ubicada en Querétaro, México, cuya inversión ascendió a US$100 millones.

Como parte de esta alianza, ambas empresas desarrollaron el proceso 3D RTM (moldeado por transferencia de resina), utilizado para producir aspas y cajas de ventilador para la nueva generación del motor aeronáutico civil LEAP. Este proceso consiste en el uso de materiales compuestos tridimensionales, lo que es una contribución significativa al rendimiento del motor LEAP, ya que ofrece un 15% menos de consumo de combustible y emisiones de CO2, en comparación con los motores de la generación anterior.

La construcción de la nueva planta de Safran/Albany en México se anunció en 2016 para apoyar el incremento de la producción de LEAP, que deberá alcanzar una tasa máxima de más de 2.000 motores por año en 2020. Este motor es el de más rápida venta en la historia de la aviación, después de haber registrado más de 14.000 pedidos. En la actualidad, más de 210 aviones LEAP-1A y LEAP-1B son utilizados por 33 operadores en cinco continentes, y ya han registrado más de 610.000 horas de vuelo y casi 300.000 ciclos.

La nueva planta de Querétaro no sólo producirá componentes para el motor LEAP, sino que a partir de ya se comenzará la inversión necesaria para que en enero de 2019 se fabriquen allí­ las paletas guí­a, también para este tipo de motor.

La ubicación de esta planta fue estratégica, ya que se encuentra cerca de la planta de Safran Aircraft Engines Mexico y la planta de Albany’s Machine Clothing, localizada en Cuautitlán, Estado de México. La planta tiene 31.000 metros cuadrados y emplea a 230 personas, pero se planea que para 2021 llegue a 600 empleados para manejar una producción de 20.000 aspas y 31.000 paletas guí­a.

“Nuestra selección de la ciudad de Querétaro para esta nueva planta se basó principalmente en los excelentes resultados registrados desde la construcción de nuestra primera planta. Esta ubicación también fue confirmada por la relación de confianza mutua que hemos desarrollado con las autoridades locales y nuestro socio Albany, y nuestra visión compartida del excelente potencial para el desarrollo de una industria aeroespacial mexicana”, dijo Philippe Petitcolin, CEO de Safran.

Por su parte, Joseph G. Morone, presidente y director ejecutivo de Albany, destacó que después de tres plantas conjuntas “Albany y Safran saben lo que significa la colaboración y lo que requiere la asociación. Entonces, entendemos, mejor que la mayorí­a de las empresas, que la cultura de colaboración aquí­ en Querétaro es rara en cualquier estándar global. Y este es el espí­ritu y cultura de colaboración que es una de las razones más importantes por las que esta planta cumple con los plazos y ya fabrica con éxito piezas compuestas 3D RTM avanzadas, así­ como contribuye con el programa LEAP”.