PolyOne: el color como innovación en diseño de envases

Un factor importante a la hora de innovar en el desarrollo de nuevos envases es el color, según explica Fernando Sánchez, director global de Marketing de PolyOne, quien asegura que si bien cada mercado es distinto, el color puede ser un aliado para la creación de envases en todos los sectores.

PolyOne se ha caracterizado por lanzar una paleta de color a nivel global con un año de anticipación a los cambios en el mercado, así que este año publicó su paleta de colores Invisio 2016, para brindar a la industria una fuente de inspiración como herramienta para el diseño de envases.

“Los colores que hemos diseñado simplemente representan cambios en la sociedad, no están orientados hacia una industria específica, pero para el empaque en particular es fundamental, en el empaque el color puede ser muy impactante”, explica el especialista.

En el anaquel del supermercado un producto tiene cuatro maneras de diferenciarse: una es con la forma; la segunda con el color; la tercera con todos los gráficos que pueda tener el empaque; y la cuarta con el diseño, y de esos cuatro elementos depende la decisión de compra, asegura. “Cuando se está en el punto de venta se crea una conexión instantánea entre el producto y el consumidor, y los colores pueden ayudarle a recordar determinadas sensaciones”.

Por ello, advierte que a la hora de diseñar un envase es necesario identificar la competencia, entender los patrones de color tanto para la tapa como para el cuerpo del producto y con esta información más los datos demográficos del público objetivo entonces se puede crear el nuevo envase.

“Esto le permite a los clientes visualizar todos los colores disponibles en el punto de venta. El acomodo de los productos puede variar en un supermercado respecto a las tiendas de conveniencia, pero el análisis lo hacemos en función del público objetivo de la marca y depende también mucho del perfil de la empresa, si es una empresa conservadora podría querer quedarse en un gama de color distinto, pero una empresa que realmente quiere crear un impacto en el punto de venta podría buscar algo muy diferente”, añade.

El directivo de PolyOne destaca que los factores demográficos son fundamentales cuando se trata del diseño del envase y de elegir el color del mismo, pues por ejemplo en México, el 64% de la población tiene menos de 35 años; mientras que en Europa la proporción es al revés, ya que más de la mitad supera ese rango.

Un ejemplo de la aplicación de color es el de la India, donde el formato que más se vende de shampoo es el de 50 ml, que es un saché pequeño, en tanto que en el mercado mexicano el que se vende más es el de 400 ml. “Esas variaciones implican que los colores tienen que ser diferentes, tal vez un efecto que tenga mayor presencia de brillo pueda ayudar al mercado indio porque es algo que puede brillar perfectamente en un pequeño empaque y un color mucho más estándar podría valer para un mercado como el mexicano donde hay muchos formatos entre 100 ml y un litro”, ejemplifica Fernando Sánchez.

El especialista detalla que el color depende mucho de la madurez del mercado, pues según su experiencia, en los países emergentes los colores de los empaques son diferentes a los que se ven en los países más avanzados, ya que la población es muy distinta en ambos casos, sin embargo, en todos las situaciones, el color es un aliado.