Miguel García, gerente de ventas de Arburg para América Latina, habló con Tecnología del Plástico sobre las tendencias en inyección multicomponente y sobre el mercado latinoamericano para técnicas especiales de inyección.
¿Para qué tipo de aplicaciones y en qué mercados hay una presencia más fuerte de Arburg en América Latina?
Para todo tipo de aplicaciones. Sin embargo, hay un énfasis muy marcado hacia la fabricación de empaques y de piezas técnicas, sobre todo en Brasil. En los últimos cinco años, nuestros clientes en la región han incursionado más en la fabricación de piezas técnicas. Por lo menos las compañías que invierten en maquinarias Arburg lo hacen porque buscan alta precisión, una característica fundamental de nuestras tecnologías. Nuestro fuerte está en ciclos rápidos y piezas técnicas. De las máquinas que vende Arburg en la región, la mayor parte está entre 100 y 200 toneladas de fuerza de cierre.
¿Cuál es el mercado actual de la inyección multicomponente en América Latina?
Actualmente es muy débil en comparación con Europa y Estados Unidos. En la región, Brasil es el único país que ha incursionado en la compra de maquinaria de inyección multicomponente. En México también hay una presencia. Esto se da sobre todo gracias a la producción de piezas técnicas para la industria automotriz. Casi todos los motores de hoy en día son de dos o tres componentes.
¿Por qué considera que el mercado latinoamericano no ha adoptado masivamente la tecnología multicomponente y otros procesos especiales de inyección?
En América Latina, el obstáculo para la adopción acelerada de procesos especiales de inyección es por costos. Los industriales buscan producir las piezas con las tecnologías de las que disponen antes que invertir en nueva tecnología. Por ejemplo, una pala para recoger la basura que en Europa se fabrica en un solo ciclo con inyección de dos componentes, aquí se produce en dos procesos. Primero se inyecta la pala y posteriormente se le ensambla la goma del borde.
La necesidad de adquirir nueva tecnología está fuertemente ligada con el volumen de producción, y como en la mayor parte de las empresas no se manejan volúmenes de producción suficientemente atractivos para invertir en moldes para inyección multicomponente, el transformador opta por hacerlo en dos procesos, así eso represente la necesidad de emplear más mano de obra. Por ejemplo, como en Europa es muy costoso el personal, entonces las compañías prefieren invertir en tecnología y ahorrar en tiempo de ciclo y mano de obra. Sin embargo, en América Latina algunos de nuestros clientes afirman que en la región el personal está dejando de ser tan barato como antes, y se pronostica que en los próximos años esa tendencia continúe. Así es que hacer la inversión en estas tecnologías puede comenzar a ser más interesante en América Latina. Tenemos un cliente grande en Brasil que va fabricar estas las palas para recoger la basura en un solo proceso y con dos componentes en una de nuestras máquinas.
¿Qué nichos tendrían los transformadores por inyección latinoamericanos para explorar en inyección multicomponente?
Herramientas y mangos de herramientas con soft-touch. Para el consumidor final es un poco más costoso que las piezas convencionales, pero hay clientes que estarían dispuestos a asumir ese precio. Aquí en América Latina los transformadores de plásticos luchan por el precio y por obtener el precio más bajo para venderlo, pero aquí también hay un mercado para el lujo. Productos como cepillos de dientes en multicomponentes o productos con soft-touch son importados en su mayoría.
¿Cuál es la perspectiva a futuro para el mercado de aplicaciones especiales de inyección en la región?
En los últimos cinco años, en América Latina cada vez hay una mayor preocupación por los tiempos de ciclo y la calidad del producto. Aunque por ahora es algo lejano, llegará un momento en el que los productos de consumo muden hacia el multicomponente. Como el ejemplo de la pala recogedora y también de baldes, cepillos, herramientas y contenedores.
Si alguien posiciona un producto importado que tenga las características de multicomponente, los transformadores locales tienen que producirlo con la misma calidad e invertir en la tecnología. Los industriales que se atreven a tomar riesgos y hacer algo diferente son los que se apropian de los negocios grandes. Los demás quedan atrapados en una guerra por el precio.
La mayoría de los clientes en América Latina no venden sólo en sus países sino en países vecinos o en otros continentes. En este campo el consumidor final será determinante para guiar la industria latinoamericana por este camino.
En general, cuál será la principal tendencia para las aplicaciones de inyección multicomponente ¿Piezas voluminosas o piezas micro?
Las dos, pero con un gran enfoque en piezas técnicas. También piezas donde se hacen montajes de varios materiales o componentes según las diferentes características de la materia prima: Por ejemplo moldear un material blando con uno duro o uno resistente a la química con un material que ofrezca brillo y sea atractivo estéticamente. Hay envases de cosméticos que hoy en día se hacen en multicomponente porque en la parte exterior requieren ser brillantes y bonitos y dentro se necesita que sean resistentes a algún químico. Son combinaciones de diferentes materiales.
Hay algo más avanzado que se llama ensamblaje dentro del molde, en el que todo el proceso de ensamblaje de varias piezas fabricadas en diferentes materiales se realiza dentro del molde y en un solo proceso. Esa será la principal tendencia.
¿Cómo está la venta de maquinaria de Arburg en América Latina?
Arburg es muy conocida en el mercado suramericano. Nuestro producto es reconocido entre los fabricantes de piezas plásticas. 2006 fue un año muy positivo para la empresa en la región. Batimos nuestro récord de ventas de máquinas inyectoras en Suramérica.