Como un absorbedor de rayos UV efectivo, el Triazine ha demostrado unas características protectoras extraordinarias para las macromoléculas.
El efecto de dichos materiales es cortar y precisamente absorber los rayos UV. La energía lumínica absorbida permitirá el tautomerismo basado en reacciones reversibles entre las moléculas antes de que sean liberadas a través de las vibraciones intermoleculares, por lo que la energía luminosa dañina es convertida en energía térmica inofensiva y es expulsada gradualmente para proteger a los materiales macromoleculares del desgaste lumínico.