5 Estrategias para aportar al cierre de ciclo

Estamos inmersos en una cadena, y el cierre de ciclo solo puede darse si hay una articulación entre todos los eslabones. Por tanto, es importante entender en qué lugar de la cadena nos encontramos y cómo podemos ayudar, desde esa posición, a los que están a nuestro lado, para poder trabajar de la mano.

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Hay cinco estrategias que, como industria, podemos adoptar para apoyar a la cadena a cerrar el ciclo:

Ecodiseño: todo parte de las decisiones que tomemos para fabricar productos plásticos. La selección de materiales que tengan flujos de reciclaje reales en nuestros países, evitar la combinación de materiales que no son compatibles, evitar el uso de materiales que pueden dañar el flujo de reciclaje, son algunas de las necesidades que debemos abordar al seleccionar materias primas. Que una resina sea reciclable no significa que el empaque que fabricamos a partir de ella lo sea, porque si escogemos un material que nadie va a demandar sencillamente no va a ser recuperado. Y pensemos no solo en el envase: también la etiqueta, la tapa, son componentes que deben ser compatibles con el flujo, para no dañar las oportunidades de nuestro envase de ser recuperado.

Comunicación con el consumidor: existen enormes vacíos en la información que reciben los consumidores. En los mensajes que invitan a reciclar casi nunca está claro que es necesario que alisten los empaques para ser reciclados. El usuario debe lavar el envase y dejarlo en el estado en que lo dejaría para ser reutilizado; solo así puede reciclarse correctamente. Desde las etiquetas podemos incorporar, por ejemplo a través de tecnologías como códigos QR, cuál es la correcta manera de alistar y disponer de nuestros envases.

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Apoyo a recicladores: la mejor manera de garantizar un cierre de ciclo es garantizar a los recicladores que van a poder comercializar los envases posconsumo que recojan. Eso es lo que ha hecho con tanto éxito la cadena de reciclaje de PET: garantizar que para esa oferta exista una demanda, consistente y clara.

Identificación del material: para que una botella de PEAD vuelva a ser una botella de PEAD debe estar claro para todos los que la cojan en su mano quién es. La clara identificación a través del uso de los códigos de reciclaje, por ejemplo (no solo del material del envase sino también del material de la etiqueta), incrementa las oportunidades de que el producto sea aprovechado. Otra estrategia es incorporar la información del material en códigos QR.

Incorporación de material posconsumo: por último, es fundamental crear una demanda para la materia prima posconsumo. Trabajemos de la mano con recicladores para comprarles materia prima y busquemos alternativas para incorporarlas en nuestros productos o en algunos productos alternativos. El cierre de ciclo solo ocurrirá si existe una demanda de material posconsumo.

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