Especialistas concuerdan en que es necesario mejorar la legislación concerniente a la disposición de residuos plásticos para definir las tareas de cada sector.
Más allá de las prohibiciones que en diversos gobiernos y congresos locales en México se han tratado de imponer a los plásticos de un solo uso, la industria nacional de envase y embalaje está en línea con el Acuerdo de la Nueva Economía del Plástico, impulsada por la Fundación Ellen MacArthur y la Organización de Naciones Unidas (ONU).
Así lo aseguraron Jorge Treviño, director general de Ecoce, asociación civil que promueve el manejo adecuado de los residuos de envases y embalajes, y Jaime Cámara, director general de PetStar —la planta de reciclaje de PET grado alimenticio más grande del mundo.
Durante un taller para periodistas sobre la economía circular, ambos especialistas expusieron que los retos ambientales que enfrenta el mundo requieren del compromiso de gobiernos, empresas y sociedad en general, ya que la solución los involucra a todos.
Al hablar sobre la firma del Acuerdo, Jaime Cámara explicó que quienes se han sumado a éste es porque avalan la visión de la economía circular, en la que los plásticos nunca se conviertan en desperdicio, y se reconoce que esa visión ofrece una solución a la contaminación por plástico, con profundos beneficios económicos, ambientales y sociales.
Detalló que específicamente para la industria del empaque plástico la economía circular se define con seis características, y son metas a lograr al 2025:
“Esta es la visión común y a partir de esta visión es lo mínimo que los que firmamos este compromiso global, debemos asumir”, dijo Cámara, durante la charla ofrecida a periodistas de diversos medios.
Destacó que de todo el empaque y embalaje que está actualmente en el mercado, el 30 % requiere de un rediseño fundamental, debido a que no sirve como está y se tiene que repensar por completo.
Esta es la visión común y a partir de esta visión es lo mínimo que los que firmamos este compromiso global, debemos asumir”
dijo Cámara, durante la charla ofrecida a periodistas de diversos medios.
Otro 20 % tiene que ser reutilizado y el 50 % restante se tiene que lograr reciclar de una manera radical, por lo que se requiere crear un modelo económico que incentive su reciclaje, ya que, según mencionó, “la sustentabilidad ambiental no es posible sin la sustentabilidad económica, tenemos que buscar modelos económicamente factibles que incentiven todas estas iniciativas”.
Jaime Cámara consideró que el éxito que México ha alcanzado en el reciclaje de PET ha sido gracias a que en los últimos 10 años se ha invertido entre USD 350 y 400 millones en crear una infraestructura que hace posible recuperar el 58 % de todo lo que se utiliza.
“Esto lo hace factible porque se valoriza el material y genera un mercado, en los demás materiales, pues esto es un proceso y hacia allá va”, aseguró.
De acuerdo con Jorge Treviño, de Ecoce, en el reciclaje de PET, el país ha alcanzado en solo 13 años, la tasa de reciclaje que la Unión Europea mantiene desde hace tres décadas de 58 %.
Sin embargo, en otro tipo de plásticos las tasas son más bajas: PEAD 52 %, PEAD en película 20 %, PEBD 10 %, del PP se recuperan 37 % y el empaque flexible de PP, (metalizados, bolsas, etcétera), el reciclaje es de 5 %, y es el que ahora se está tratando de recuperar más para reciclaje energético. La tasa más baja de reciclaje es la de PS es muy baja, menos del 2 % porque viene contaminado con comida.
“Sabemos que podemos hacer las cosas muy bien, como en el PET, pero todavía hay trabajo que hacer, hay material que se puede recuperar, mejorar la infraestructura municipal de diferentes plazas”, comentó.