¿Cómo se clasifican las inestabilidades en el proceso de extrusión? ¿Cuáles son las más comunes? ¿Qué factores las generan? ¿Cómo pueden solucionarse?
Tal vez el problema más frecuentemente encontrado en el proceso de extrusión es la variación en el rendimiento de la extrusora.
La aparición de inestabilidades está relacionada con un gran número de causas, algunas de las cuales son:
Algunos prerrequisitos para una extrusión estable son un buen actuador para la extrusora, un buen sistema de control para la temperatura, un aparato adecuado de embobinado, y más importante aún, un buen diseño del tornillo. Probablemente resultan más inestabilidades de un diseño de tornillo inapropiado que de cualquier otra causa; sin embargo, un cambio en este aspecto es considerado a menudo como la última opción. Además, una instrumentación apropiada es de vital importancia para diagnosticar un problema de manera rápida y precisa
El actuador de la extrusora debería ser capaz de mantener la velocidad del tornillo constante con variaciones inferiores al 0.1%; lo mismo se debe poder decir del sistema de embobinado; esto no siempre sucede en las líneas de extrusión reales. La extrusora debería estar equipada con algún tipo de control de temperatura proporcional, preferiblemente un control de tipo PID (Proporcional Integral Derivativo) o algo mejor; los controles de temperatura on-off son inapropiados para la mayoría de operaciones en la extrusión.
Varios investigadores han clasificado las inestabilidades en la extrusión basados en el marco de tiempo en el que éstas ocurren; la frecuencia de las inestabilidades es a menudo una indicación de la causa del problema. Bajo este concepto es posible reconocer cinco tipos de inestabilidades: