Textiles técnicos generan oportunidades de negocio en México

Una gran variedad de oportunidades de negocio se están gestando para la industria textil en México, gracias a un grupo de investigadores que están desarrollando textiles técnicos a base de compuestos poliméricos con aplicaciones en industrias como la automotriz, médica, del vestido, agroindustria, entre otras.

Actualmente la producción mundial de textiles técnicos, que son textiles funcionales, representa el 30% de la producción mundial de textiles, sin embargo, este mercado está creciendo a una tasa de 4% anual, debido al rendimiento mejorado que logran en todas sus aplicaciones.

Los textiles técnicos pueden ser agrotextiles, por ejemplo, para repeler plagas o insectos; se usan en ropa deportiva como el dry fit que repele la humedad; hay otros para su uso en ropa, seguridad y protección; geotextiles utilizados en ingeniería civil o en los océanos; o textiles antiflama para interiores de autos y mobiliario de casas y oficinas; y para uso médico con propiedades antimicrobianas; ecotextiles que se degradan; incluso, para empaques, por mencionar algunas aplicaciones.

“Los textiles técnicos son textiles que se utilizan para un bien común o que tienen respuesta a algún motivo, es una serie de textiles de materiales que funcionan para solucionar alguna necesidad. Este tipo de textiles nos resuelven problemas en la industria, en la vida diaria o en alguno de nuestros entornos están presentes”, explica Christian Javier Cabello, investigador del Centro de Investigación en Química Aplicada (CIQA).

Este tipo de textiles poseen propiedades como alta resistencia mecánica, aislamiento superior, tenacidad elevada o alta resistencia térmica, pero también pueden ser antiflama, hidrofóbicos, conductores eléctricos, antibacterianos, etcétera.

Las características de estos materiales hacen prever que puede ser un mercado de alto potencial para México, sobre todo pensando en una industria textil mexicana que se ha visto mermada por la competencia de productos chinos de bajo costo que entran al país y que también han desplazado los textiles nacionales en el mercado estadounidense.

“La competencia desleal de textiles chinos afecta directamente a México por el costo, por la mano de obra y por diferentes circunstancias, y debido a esto México está perdiendo competitividad en textiles. La solución puede ser que se desarrollen tecnologías a partir de textiles técnicos, es una de las respuestas a la competencia asiática”, asegura el investigador.

Es por eso que se creó un grupo de investigadores que trabajan bajo el amparo del Consorcio de Investigación Científica, Tecnológica y de Innovación del Estado de Tlaxcala (Citlax), en busca de desarrollar soluciones, cuya tecnología después pueda ser transferida a las empresas del país.

En el Consorcio participan los centros de investigación Cidetec de Querétaro, Ciatec en Guanajuato, Inaoe en Puebla, y CIQA en Coahuila, los cuales ponen a disposición de los diferentes proyectos no solo su conocimiento en áreas especializadas, sino la infraestructura con la que cuentan para las investigaciones que están en curso.

Contexto nacional

La industria textil en México es una de las mayores generadoras de empleo en el país, pero en los últimos años ha ido perdiendo competitividad frente a los productos textiles asiáticos.

Por ser intensiva en mano de obra, generó en 2017, un total de 287,000 puestos de trabajo, y aportó 0.7% del PIB y 4.2% del total del valor agregado de la industria manufacturera. Hace cerca de una década, generaba más de 300,000 empleos y aportaba al PIB nacional el 1%.

En los últimos 10 años, el valor agregado que aporta ha caído 0.3% anual y de ser el principal proveedor de textiles para el mercado de Estados Unidos, poco a poco su participación se ha ido reduciendo frente a los textiles asiáticos no solo de China, sino de Vietnam, Bangladesh, India e Indonesia.

Cada año el país importa alrededor de 500 millones de prendas de vestir, de las cuales el 80% son de origen asiático, provenientes de China, India, Vietnam, Bangladesh y Malasia, de acuerdo con la Cámara Nacional de la Industria del Vestido (Canaive).

Es en este contexto que se creó el Citlax, debido a que la industria textil mexicana se concentra en el centro del país, y de lo que se trata es que las empresas del sector ofrezcan productos de mayor valor.

“Las empresas textiles a veces no tienen los requerimientos de calidad para poder poner su producto en la industria automotriz o médica, por decir algo, entonces nosotros podemos apoyarlas con conocimiento, normas de calidad y todas nuestras investigaciones para que ellos puedan acomodarse. Es una muy buena opción el desarrollo tecnológico para que las industrias puedan fortalecerse y aumentar su producción y más que nada sus ganancias”, afirma Christian Javier Cabello.

El especialista considera que los textiles técnicos dedicados a aplicaciones médicas son los que podrían tener mayor futuro en el mercado mexicano, y por supuesto, los textiles para la industria automotriz, que tan solo en interiores 85% de sus componentes llevan fibras desde los asientos hasta el techo, los asientos, etcétera.

A nivel mundial, un estudio de mercado de Allied Market Research, indica que el valor de mercado de los textiles técnicos alcanzó USD 234,715 millones en 2017, y que en 2025 llegará a USD334,938 millones con un crecimiento anual de 4.5% en el periodo.

Por aplicaciones, este mercado está dividido en 12 segmentos: AgroTech, BuildTech, ClothTech, GeoTech, HomeTech, InduTech, MediTech, MobilTech, EcoTech, PackTech y SportTech, de los cuales el de la construcción y geotextil tendrán el mayor crecimiento en los próximos años, según el informe.

Avances

En el CIQA, los investigadores desarrollaron un método de producción de fibras e hilo a base de compuestos poliméricos, cuya patente les pertenece, y mediante extrusión asistido por ultrasonido se le da a las fibras un tratamiento con partículas que se dispersan uniformemente en toda la matriz polimérica para darle propiedades homogéneas a los textiles.

Entre los desarrollos más avanzados que ya se tienen están los textiles técnicos con propiedades antibacteriales para la confección de batas para quirófano. Algunas empresas fabricantes de batas trabajaron con los investigadores para hacer estas batas con las fibras mejoradas que les proporcionaron.

En este proyecto tienen colaboración de instituciones en Inglaterra y la Universidad de Guanajuato, a fin de realizar todas las pruebas necesarias para poder los estándares de calidad que se requieren para poder comercializarlas después. De acuerdo con Christian Javier Cabello este proyecto podría estar concluido a finales de este año para después poderlo llevar a escala industrial.

También en el área médica, otro desarrollo que ya está muy avanzado es el de filtros de tela no tejida que se aplica en tratamientos de hemodiálisis para filtrar la sangre. Hoy, en este tipo de tratamientos se utilizan filtros de celulosa para quitar las toxinas de la sangre en los casos en que el riñón no funciona, sin embargo, al filtrar las toxinas también se eliminan las proteínas y sustancias buenas, dejando al paciente en sin los nutrientes que requiere.

Con estos filtros basados en compuestos poliméricos, se está desarrollando un filtro capaz de discriminar entre las sustancias buenas y malas que pasan por la sangre, con el fin de que solo absorba las toxinas y deje pasar las sustancias buenas que necesita el organismo.

Otro proyecto que realizaron con la empresa que confecciona uniformes, Innova Imagen, es para lograr la degradación de los textiles una vez que cumplen su vida útil, ya que las prendas son un tipo de textiles muy difíciles de degradar.

En el área agroindustrial, se ha trabajado para desarrollar textiles para invernaderos con propiedades para repeler mosquitos o cualquier insecto que pueda afectar los cultivos. En este caso se utilizan telas no tejidas o fibras con un recubrimiento o alguna sustancia que actúe como un insecticida o repelente.

Para el investigador Christian Javier Cabello, en México, las aplicaciones que podrían tener mayor potencial de mercado son sin duda, las médicas, y por otro lado las automotrices debido a la importancia que este sector tiene en el país.

Tanto la industria médica como la automotriz tienen normas muy exigentes que tienen que cumplir, por lo que no es sencillo integrarse a su cadena de proveeduría, sin embargo, no se descarta poder lograr los estándares que ambos sectores necesitan para detonar el potencial de los textiles técnicos.

Es por eso que los investigadores del Citlax, colaboran estrechamente con empresas como A. Schulman o Peñoles, o con empresas automotrices y de otros sectores para desarrollar productos de más alta calidad, mayor durabilidad o mejor diseño.

El objetivo es desarrollar un grupo de textiles técnicos a base de compuestos poliméricos para darles funcionalidad y vincularlos con la industria para que la tecnología que se desarrolla no se quede nada más en el laboratorio.

“Estamos viendo un futuro prometedor y estamos tratando de estar en vinculación con esas empresas para poder desarrollar productos que a ellos les sean atractivos y que nosotros podamos también transferir”, comenta el investigador.