Los ultrasonidos son una tecnología que se ajusta de manera natural para la producción de productos no tejidos.
Básicamente, los soldadores ultrasónicos convierten la energía eléctrica en vibración mecánica de alta frecuencia, que se transmite a través de herramientas en material termoplástico no tejido. La vibración crea calor de fricción que funde el material, una operación que puede ser enfocada y utilizada para:
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La soldadura ultrasónica es notablemente eficiente porque la soldadora solo consume energía cuando está cortando o sellando o pegando la tela no tejida. Debido a que esta genera calor al instante a través de la vibración, no hay necesidad de un consumo de energía constante, como el requerido para precalentar una cuchilla de calor, por ejemplo, o mantenerlo a la temperatura para un funcionamiento adecuado.
En comparación con otros métodos para cortar y unir telas no tejidas, la tecnología ultrasónica ofrece ventajas significativas. Al producir costuras y juntas fuertes y repetibles sin necesidad de pegamentos o adhesivos, se elimina el riesgo de contaminación y la necesidad de tiempo y espacio de "instalaciones” para el secado.También reemplaza el tiempo y el esfuerzo de coser, junto con los pequeños agujeros de rosca que pueden albergar posibles contaminantes microbianos. Las costuras ultrasónicas están listas para su uso en el momento en que se producen y son capaces de soportar repetidos procesos de esterilización.El proceso se puede utilizar incluso en cuartos limpios.
La tecnología ultrasónica puede producir costuras y juntas fuertes y repetibles sin necesidad de pegamentos o adhesivos.