Vasos termoformados de PLA demuestran funcionalidad de compostaje de bioplásticos en Colombia

Desde el primero de septiembre pasado, los pasajeros de los vuelos nacionales e internacionales de la aerolínea colombiana Avianca toman sus bebidas frías en un vaso fabricado con un bioplástico a base de almidón de maíz (PLA) por Phoenix Packaging Group, en Colombia. Esto es una novedad, puesto que aún son pocas las compañías latinoamericanas que han dado el paso hacia proyectos concretos en la implementación de biopolímeros como sustitutos de las resinas tradicionales, basadas en fuentes no renovables. Sin embargo, la verdadera innovación está en lo que sucede una vez que el consumidor termina su bebida y desecha el vaso: Hay toda una infraestructura para separar estos recipientes de otros residuos sólidos no degradables y enviarlos a compostaje.

Al cabo de 12 semanas, el compost es empleado como abono de suelos para reforestación, agricultura y viveros. Se trata de un trabajo en equipo entre el fabricante de los vasos (Phoenix Packaging Group), el cliente (Avianca) y la planta donde se realiza el compostaje (Control Ambiental de Colombia), aseguran voceros de Phoenix Packaging Group.

Actualmente, la adopción de los biopolímeros se debate entre el entusiasmo del mercadeo por sus beneficios medioambientales y la crítica que señala que para que sus propiedades de compostabilidad puedan ser aprovechadas es necesario contar con una política para el manejo de residuos sólidos, capaz de garantizar unas condiciones específicas, pero de la cual adolecen los países latinoamericanos. Precisamente por eso, vale la pena destacar la primera iniciativa de implementación de biopolímeros en América Latina que incluye en su estrategia el cierre del ciclo, como un proyecto de la empresa privada.

"Lo que nos hace diferentes, con respecto a otras iniciativas de bioplásticos en la región, es que nos involucramos en la etapa de la disposición final del producto, para asegurarnos de que en realidad retorne a la naturaleza. Fue un arduo trabajo en conjunto con Avianca y otros aliados para llegar a este cierre de forma confiable”, comentó Giovanna Cruz Nieto, líder especializada de proyectos de negocio de Phoenix Packaging Group, uno de los más importantes conglomerados de fabricación de empaques en América Latina, que desarrolló para Avianca este vaso termoformado con las resinas Ingeo, suministradas por NatureWorks LLC.

“El proyecto tomó cerca de un año en ser lanzado porque queríamos cerrar el ciclo y no únicamente salir al mercado con un producto. Tuvimos que realizar diversas pruebas de laboratorio para comprobar la calidad del compostaje. Gran parte del tiempo fue empleada en brindar asesoría técnica a nuestro cliente, y es una labor que estamos abiertos a realizar para nuevos proyectos”, agregó Cruz Nieto.

De acuerdo con Luis Fernando Mejía, gerente de ventas foodservice en Colombia de Phoenix Packaging Group, los retos fueron varios, tanto para ellos como para Avianca, su cliente. “Después de hallar las condiciones apropiadas para procesar estas resinas, debíamos encontrar a un cliente que estuviera dispuesto a involucrarse en el reto de cerrar el ciclo. No es fácil entrar con un producto de estos al mercado porque tiene unos costos diferentes y requiere la total convicción del cliente desde el punto de vista ambiental para dar sus aportes, no sólo con respecto a lo económico sino también desde su gestión interna para lograr el resultado esperado”, comentó.

En lo que corresponde a Avianca, este proyecto hace parte del plan de responsabilidad social de la empresa, en cuanto a la reducción del impacto ambiental de su operación. Según Carlos Navarro, jefe de logística de Avianca, la compañía tuvo que modificar algunas de sus rutinas de acopio de los materiales a bordo, durante los vuelos, y de clasificación, una vez en tierra, para que los vasos de PLA ya utilizados sean llevados para compostaje por Control Ambiental de Colombia, en lugar de terminar en un relleno sanitario o en una disposición a cielo abierto, casos en los cuales no se lograría el compostaje del material.

“Los ensayos de compostaje, cuyo resultado se ha dado en un periodo límite de 12 semanas, se han realizado de acuerdo con la norma internacional ASTM 6400 de especificación estándar para plásticos compostables”, dijo David Apraez, gerente comercial de Control Ambiental de Colombia.

De acuerdo con Salvador Ortega, director de desarrollo de negocios para NatureWorks LLC en América Latina, compañía proveedora de la resina Ingeo para la fabricación de los vasos, la cooperación que se dio entre todas las partes del proyecto para lograr el cierre del ciclo de vida del bioplástico es única y pionera en la región. “Trabajamos con Phoenix Packaging Group para darles información sobre cómo se cierra el ciclo desde la opción de la compostabilidad y sobre cuáles son las condiciones requeridas para que el material se biodegrade. Hay muy pocos proyectos de este tipo a escala mundial. Es algo novedoso”, aseguró el ejecutivo.

Salvador Ortega comenta que para la aplicación del vaso de Avianca, que tiene contacto con alimentos, tiene sentido optar por el compostaje. “Es un cierre de ciclo óptimo. Claro que también existen otras alternativas para el cierre de vida de los productos fabricados con bioplásticos. En otras aplicaciones puede ser más viable ir al reciclaje del material, ya sea mecánico o químico. También está el reciclaje energético, mediante la incineración, muy utilizado en Europa. A diferencia de los plásticos tradicionales, los bioplásticos provienen de fuentes renovables, se pueden compostar y dejan una menor huella de carbono durante su fabricación y transformación, entre otras propiedades”, añadió Ortega.

En este proyecto trabajaron NatureWorks LLC www.natureworksllc.com),
Phoenix Packaging Group (www.grupophoenix.com), Avianca
(www.avianca.com) y Control Ambiental de Colombia
(http://controlambiental.com.co/).