No sé si esta expresión es entendible en todos los rincones del continente, pero es muy común en mi natal Colombia, en donde se refiere a que el que es líder e innovador, e implementa una idea como pionero, tiene ya ganado mucho terreno frente a su competencia.
Esta coloquial frase colombiana se me vino a la mente reflexionando sobre la realidad que afronta actualmente nuestra industria en el tema de sustentabilidad. No es exagerado afirmar que el número de legislaciones en contra de los productos plásticos ha explotado en los últimos dos años y que ya en algunos países, como Perú, hay regulaciones vigentes que prohíben el uso de plásticos de corta vida. Así, el que primero implemente soluciones para abordar esta problemática estará "pegando dos veces".
Esta edición, que armamos especialmente para la feria de Plastimagen en México, es un reflejo de esa tendencia sentida de la sociedad por hacer algo para mitigar el impacto de los residuos plásticos en el planeta. A donde quiera que vaya, con quien sea que hable, el tema de sustentabilidad está en todas las bocas. Vemos que grandes multinacionales están aliándose para invertir en soluciones de acopio de residuos, como se muestra en el artículo de la página 52.
También encontramos opiniones como la de nuestro columnista Juan Carlos Oberndorfer, quien apunta a que la basura de plástico más que un problema es un síntoma, como pueden leer en la página 38. Así mismo, México, a través del nuevo líder de Anipac, Aldimir Torres, se prepara para la economía circular. En fin, es un movimiento masivo, que hace que como industriales del plástico debamos actuar y comprometernos con una postura para poder continuar haciendo parte de la economía que se está transformando.
Hace poco, en una visita a Perú, hablaba con Alejandro Naveda, experto venezolano en marketing para empaques, quien resaltaba que lejos de ser esta restricción un aspecto negativo para la industria, se convierte en una excelente oportunidad. He oído a tantos industriales con miedo a que su negocio desaparezca y tantas expresiones apocalípticas acerca de lo que la legislación en contra de los plásticos de un solo uso va a hacer con la industria, que me sorprendió encontrar una voz optimista. Y, en verdad, cada crisis es una oportunidad. Si vemos que podemos reinventarnos, encontrar nuevas alternativas de material y redefinir nuestra marca con este tipo de soluciones, creo que habremos llegado muy lejos como sociedad y como industria.
El cambio es inevitable y realmente sobre lo único que tenemos control es sobre nuestra propia actitud. Ser proactivos, resilientes e innovadores será mucho más importante en esta coyuntura que en ninguna otra. El trabajar en soluciones creativas de acopio es crítico y puede generar en nuestras empresas una visibilidad de marca importante, que nos dará reconocimiento y diferenciación.
Y nunca antes había sido tan importante actuar como gremio; buscar las iniciativas que se están forjando a través de las asociaciones nacionales, trabajar porque los legisladores estén informados y participar en las mesas de trabajo es crucial para que no se tomen decisiones que pueden, no solamente afectar nuestros negocios, sino comprometer la salud pública.
Finalmente los plásticos descartables se generaron para proteger la salud, al evitar transmisión de enfermedades y soluciones como los oxo-degradables solo harán un problema mayor, al generar micropartículas de plástico que entrarán al subsuelo y a las aguas, sin posibilidad alguna de recuperación.