Braskem cierra el ciclo con resinas de reciclado posconsumo
Braskem cierra el ciclo con resinas de reciclado posconsumo
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El cierre de ciclo es una de las prioridades más altas que debe tener la industria plástica en nuestros días, y Braskem es una de las primeras empresas que demuestra cómo lograrlo en la coyuntura particular de América Latina.
Junto a los socios Embalixo y Pão de Açúcar, el gigante petroquímico está trabajando en la fabricación de sacos de basura fabricados empleando material obtenido en centros de acopio. Esta asociación es parte de la plataforma WeCycle de Braskem, creada para la revalorización de residuos plásticos en la cadena de producción.
Pão de Açúcar, quien es líder en retail en Brasil, montó estaciones de reciclaje, donde el público en general puede llevar sus residuos reciclables. En estas estaciones cada usuario separa los materiales aprovechables en diferentes contenedores.
El material plástico es clasificado, peletizado y convertido en nuevas resinas por empresas de reciclaje siguiendo una formulación propietaria de Braskem, y Embalixo, quien es líder en la fabricación de bolsas de basura en el país carioca, las transforma en nuevos productos de alto valor. Esto no solamente trae a la sociedad el beneficio del cierre de ciclo, sino que también trae un beneficio económico a las cooperativas de recicladores encargadas de la clasificación de los residuos.
El reto del acopio
Todo el proceso empieza con la recuperación del material una vez ha sido utilizado por el consumidor. En los puntos de venta de Pão de Açúcar se han instalado 120 centros de acopio en asocio con Unilever y Braskem. Todos estos puntos pueden recibir material de cualquier ciudadano, sin importar si es cliente o no de la tienda.
El material allí depositado es recogido por más de 35 cooperativas de recicladores, quienes se encargan de recibir el material, clasificarlo y reducir su tamaño, para que sea procesado por Braskem
Susy Yoshimura, directora de sostenibilidad en GPA, el grupo al que pertenece Pão de Açúcar, afirma que desde que empezó el programa de recuperación de residuos hace 20 años se han acopiado 120 mil toneladas de material, y han sido donadas a las cooperativas de recicladores que componen el programa.
“A partir de los residuos donados, soportamos el programa Novo de Novo (nuevo de nuevo), donde los materiales que se disponen en las estaciones vuelven a la industria para la producción de nuevos empaques para los productos de la marca propia de GPA, como Taeq y Qualitá”, destaca.
Yoshimura declara que una de las metas de GPA es convertirse en un agente de transformación en la sociedad. “Constantemente trabajamos en asocio con la industria para encontrar soluciones que completen el ciclo de disposición de empaques por parte de nuestros clientes y que incrementen las tasas de recuperación de empaques posconsumo”, afirma.
El reciclado como materia prima
La plataforma Wecycle de Braskem fue creada para promover negocios e iniciativas para la utilización de plástico posconsumo y el desarrollo de una cadena de reciclaje. Este proyecto de fabricación de bolsas plásticas es parte de la plataforma.
Para Fabiana Quiroga, directora de sostenibilidad de Braskem, el piloto es muy valioso “porque hace uso del principio de diseño para reciclaje, donde Embalixo está trabajando con material de fuentes renovables y material reciclado”. Otra ventaja es que una vez el producto fabricado a partir de material reciclado entra al mercado, se le comunica al consumidor que está hecho a partir del material que él mismo ha entregado como materia prima. “El piloto es interesante porque involucra al consumidor, al dueño de marca, al retailer y a Braskem como proveedor de materia prima”, afirma.
Actualmente se han recuperado 110 toneladas por año, pero la meta es crecer esta cifra 10 veces durante el año 2020. Para esto, Braskem evalúa la posibilidad de trabajar directamente con empresas de disposición de residuos. “Actualmente es un volumen pequeño, pero creemos que estamos en camino a generar un cambio importante para tener un gran portafolio de cara a nuestros clientes”, afirma Quiroga.
Braskem ve esto como una iniciativa global, y analiza actualmente oportunidades en el resto de América Latina, buscando socios. De hecho, en México se lanzó ya el primer grado deresina con un porcentaje de material posconsumo.
El material reciclado es producido por empresas asociadas, basándose en formulaciones establecidas por Braskem. “Para diferentes aplicaciones tenemos diferentes requerimientos. Tenemos formulaciones específicas que incluyen un blend de material virgen, aditivos y un porcentaje de material posconsmo”. Particularmente en el caso de Embalixo, se está utilizando aproximadamente un 50% de material virgen y un 50% de material posconsumo.
Braskem posteriormente hace un control de calidad. Quiroga enfatiza la importancia ser estrictos en este paso: “es esencial para garantizar la calidad del producto”.
Lo que hay y lo que falta
Para Quiroga, el mayoréxito de esta iniciativa es valorizar el material reciclado. “Esta bolsa de basura es premiumdentro del portafolio de Embalixo, y estamos utilizando material reciclado para ofrecer un producto valioso. Eso es lo que estamos buscando, abrir un mercado que valorice el material reciclado”.
El otro logro es demostrar que es posible implementar un proyecto de economía circular. “Están envueltos el consumidor, el retailer, el reciclador, los fabricantes de materia prima, el transformador, toda la cadena. Para implementar los objetivos de transición hacia la economía circular, es esencial tener actividades cooperativas”.
Embalixo ya celebra ocho años de asociación con Braskem, y cree que en los próximos tres años el 70% de su producción contendrá materiales reciclados o producidos a partir de fuentes renovables. “Trabajando con Braskem reforzamos nuestro compromiso con la sostenibilidad, a la vez que motivamos a nuestros clientes a asumir esta responsabilidad de tener productos sostenibles y de calidad cada día”, afirma Rafael Acosta, director comercial de Embalixo.
El reto, sin embargo, se mantiene desde el acopio. De acuerdo con Yoshimura, “actualmente, solo el 13% del material reciclable generado en Brasil es recuperado efectivamente. Y somos más de 200 millones de personas generando aproximadamente 1 kg de basura por día. Por lo tanto, las estaciones Pão de Açúcar Unilever tienen elobjetivo de contribuir a mejorar este escenario y estas tasas, además de fortalecer actitudes más sostenibles de parte de nuestros clientes.
Diseño para reciclaje
Para poder crecer en esta iniciativa, es esencial que los empaques que se fabriquen estén pensados para ser recuperados.“Estamos trabajando con nuestros clientes en el diseño para el medio ambiente. No se trata solamente del reciclaje, también se trata del impacto ambiental. Lo que estamos haciendo es trabajar juntos para encontrar mejores empaques, para incluir material reciclado y para facilitar su reciclaje, pero también para analizar el impacto en términos de emisiones de CO2, impacto en huella de agua y energía usada en el proceso, y tenemos varios ejemplos que son muy interesantes”, afirma Quiroga.
Braskem está predicando y aplicando estos principios en sus propios empaques. En los sacos en los que empaca su resina “hemos trabajado para reducir el área de impresión, porque así será más fácil encontrar usos para el material reciclado. Esta es una de las mejoras que se puede hacer durante el diseño”, añade.
Se está trabajando también con fabricantes de empaques para tener la sustentabilidad como un concepto a contemplar dentro del proceso de diseño del empaque. “Es una oportunidad para demostrar que no solo el performance sino también la sostenibilidad es importante para desarrollar los empaques”.
Otro reto hacia el crecimiento es motivar al consumidor. Para Quiroga, es difícil generar un cambio en el comportamiento. “Es más fácil para las personas disponer sus residuos en sus hogares, y hay un volumen pequeño de personas que los entrega en estos puntos de acopio. Pero estas personas que van a estos puntos creen que esto es lo correcto, y usualmente los puntos de acopio son buenos cuando no hay otras alternativas de recolección selectiva en las ciudades”.
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