Ford reabrió sus fábricas y registró nuevos casos de COVID-19

Luego de que Ford decidiera reiniciar operaciones en sus fábricas en Estados Unidos, tuvo que suspender actividades en una planta de montaje de Dearbon, Michigan, debido a que un empleado resultara positivo en las pruebas de COVID-19.

Posteriormente, tuvo que hacer lo mismo en una fábrica en Chicago, después de que otros dos empleados también se contagiaran del virus que a la fecha suma más de cinco millones de positivos en el mundo y ha cobrado la vida de más de 330.000 personas.

Al respecto, Ford anunció que tan pronto se conocieron las pruebas positivas de sus empleados, empezaron a notificar de la situación a quienes habían tenido contacto con ellos para realizar las pruebas y seguimientos pertinentes. De igual forma se les ordenó un aislamiento por 14 días.

Estos nuevos cierres generan incertidumbre en el sector automotriz, uno de los más afectados por la crisis económica que ha dejado la pandemia en el mundo. Además hace un llamado hacía la rigurosidad de los protocolos que deben implementar las empresas que quieran reactivar sus negocios en la denominada “nueva normalidad”.

Cabe destacar que Ford, tanto como otras empresas del sector automotriz, han establecido estrictas pautas de bioseguridad para poder retomar labores, entre las que se incluyen la toma de temperatura, el uso de tapabocas, el lavado de manos constante y el distanciamiento social.

Sin embargo, las compañías empiezan a replantearse la reapertura luego de casos con el de Ford y el de Tyson Foods, que luego de que el Departamento de Salud Pública de Iowa, Estados Unidos, revelara que cerca de 1.400 trabajadores en tres plantas procesadoras de carne dieron positivo por coronavirus.