Los criterios para la selección de materiales empleados en la fabricación de automóviles Ford son cada vez más estrictos en términos de sostenibilidad y respeto por el medio ambiente. Con el fin de suplir a tales exigencias de selección, Ford Motor Company ha identificado, desde la perspectiva global del ciclo de vida de los materiales, tres estrategias para mejorar la sostenibilidad en la fabricación de automóviles: la incorporación de materiales reciclados provenientes de la industria o del consumo masivo, la utilización de materiales renovables (producidos a partir de plantas por ejemplo) y el empleo de materiales de peso reducido que garantizan una reducción en el consumo de combustible.
Los esfuerzos de incorporación de materiales reciclables en las diferentes piezas de los automóviles Ford se han concentrado en las piezas no metálicas. La estrategia global en ese sentido es la utilización de plástico proveniente del consumo masivo tales como botellas de detergente, llantas y carcazas de baterías eléctricas.
Entre las autopartes Ford que son fabricadas con materiales reciclados se encuentran deflectores aerodinámicos, recubiertas de guardabarros, soportes y cubiertas de batería, componentes del sistema de calefacción y de ventilación y el tejido estructural de las llantas traseras. Tan solo en Norteamérica se estima que el uso de materiales reciclables representa un ahorro de aproximadamente 10 millones de dólares y una reducción significativa de los residuos vertidos al medio ambiente.
Por otra parte, la utilización de materiales de origen vegetal en la fabricación de autopartes es una práctica que se remonta a los orígenes de Ford Motor Company. De hecho, Henry Ford siempre creyó en una estrecha relación entre la agricultura y la industria automotriz. Por ejemplo, los primeros automóviles Ford emplearon aceite de soya en la fabricación de los paneles plásticos de interior de carrocería así como refuerzos en paja de trigo para la producción de volantes.
Hoy en día, los centros de investigación de Ford en Alemania (Aachen) y Brasil se enfocan en el desarrollo de nuevas espumas, plásticos y materiales compuestos de origen renovable que disminuyan la dependencia del petróleo, disminuyan las emisiones de CO2 y mejoren el desempeño global del automóvil. Paradigma de esta tendencia son las espumas de poliuretano a base de soya desarrolladas por los investigadores de Ford e incorporadas desde 2002 de forma satisfactoria en piezas automotrices.
Finalmente, el desarrollo de materiales de punta tales como aceros de alta resistencia, metales ligeros tales como aluminio y magnesio y compuestos de nueva generación en asociación a diseños innovadores constituye un objetivo persistente de los centros de investigación de Ford con el fin de reducir el peso del automóvil, disminuir el consumo de combustible y garantizar al mismo tiempo altos estándares de seguridad y desempeño.